En tres menús degustación: Hajime, Haiku y Ejecutivo, junto a una carta muy interesante (de donde salen, habitualmente, los platos de los menús), se desgrana toda la maestría, emoción y técnicas de Alex García, quien nos ofrece una comida sumamente original, divertida, inspiradora y muy sabrosa.
Una combinación de sabores y de saber-hacer que, partiendo de las raíces asturianas y madrileñas (éstas de adopción) del chef, se fusiona con orígenes cosmopolitas de países lejanos.
Iroko es el proyecto de Alex García junto a su socia Alicia Arteaga. Abierto en plena pandemia, Iroko destaca por ser un local amable, luminoso y lleno de vegetación, con la cocina a la vista, lo que crea un ambiente cercano y distendido- avalado por el buen trato que recibimos de todo el personal- donde podemos apreciar el arte culinario del chef junto a su equipo.
Iroko, salón
García, nacido en Gijón, se ha formado en algunas de las mejores cocinas de España, además de haber viajado por el mundo para aprender, como por ejemplo en Lyon, capital gastronómica de Francia. En nuestro país, el chef asturiano ha trabajado, entre otros, en Arzak (San Sebastián), en Bokado (Madrid), con Martín Berasategui en Lasarte, con Isaac Salaberria en Hernani…Todos esos pasos en su formación culinaria le han conducido a apreciar la alta cocina, las técnicas de vanguardia y la importancia de la pasión por la cocina.
Si hay una palabra que caracteriza a Alex García es precisamente esta: pasión. Su dedicación, su vocación hacen que plasme en cada ingrediente, en cada plato esa enorme pasión y respeto que siente por la cocina, como forma de experiencia y lenguaje. Desde una postura humilde, característica que desprende Alex García, éste se atreve con la experimentación y la innovación más punteras, pero sin olvidar nunca lo aprendido en el restaurante familiar en Asturias, junto a su abuela y a su madre.
El viaje tanto existencial como profesional de Alex García se refleja en sus menús. Por ejemplo, en el primer plato del Menú Hajime (65 euros) con el plato Caldo de ramen y setas enoki garbanzos garrapiñados al curry, gyoza de pitu de Calella y rocas de zanahoria, azafrán, jengibre y naranja se muestra la perfecta filosofía e inspiración del chef.
Rocas de zanahoria, gyoza de pitu y garbanzos garrapiñados en Iroko
Cuatro elementos que conforman un sabrosísimo plato innovador que ahonda en las raíces más profundas de su vida, recreando la experiencia del cocido madrileño con el pitu (pollo de origen asturiano) y toques japoneses con las gyozas o el ramen. Todo ello en perfecta armonía de texturas, sabores y colores. ¿Qué más se puede pedir?
Caldo de ramen y setas enoki en Iroko
El comensal que acuda a Iroko debe estar preparado para realizar este viaje tan gastronómico, audaz y placentero que se nos propone. No se trata de una cocina como entendemos sencilla sino de sofisticadas elaboraciones, donde productos de muy diversa índole y origen se amalgaman en perfecta combinación. El premio es el descubrimiento, la emoción, las sensaciones de platos exquisitos como el canelón de bogavante con queso de oveja y kimchee koreano, gel de lima menta y arroz negro o bien, el lingote de Carrillera de ternera estilo Bourgignon, bechamel de coco y cardamomo, panipuri y cebolleta glaseada. Ambos en el menú Hajime.
Chawanmusi de coliflor, erizo de mar, remolacha y dashi trufado, Iroko
Los postres mantienen la misma filosofía de creatividad que el resto de la carta. Ejemplo de ello es el tofu de almendras (espectacular en texturas y sabores diversos), la torrija con toffee, nieve de azahar y chantilly de haba tonka o el Yukimi, homenaje al ‘ver nevar’ japonés con un postre de coco en texturas que se acompaña con helado de yuzu y una ‘nieve’ del propio coco. Este último plato, como muchos otros, de hecho, viene servido de manera espectacular, que no desvelaremos en estas líneas.
Iroko, Postre de cocos
Los platos varían mucho tanto en la carta en sí como en los menús. La razón es el espíritu de experimentación, la búsqueda de la excelencia y la inquieta cocina que Alex García imprime en cada receta y que le hace variar mucho sus propuestas. Lo que, por otro parte, beneficia al comensal que siempre tendrá sorpresas nuevas y agradables en cada visita a Iroko.
Postre de Tofu de almendras, su-misho y perejil de Iroko
Dirección: c/ Francisco Ricci, 7- Madrid.
Horario: Abierto de jueves a domingo de 13h a 16:00h y de 20h a 23 h.
Precio medio: 60 €/ persona.
Menú degustación largo: 90€ / Menú intermedio: 65/ Menú corto: 50€
Teléfono: 91 1385006 / 650986859- https://irokobyalexgarcia.com/
Autora: Carmen Pineda
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