​Cuenca, una capitalidad gastronómica envuelta en arte y terapia medioambiental

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     Cuenca es una ciudad con la historia en su estructura urbana y el arte conviviendo en perfecta simbiosis con sus habitantes. Y esa huella la hizo acreedora de todo un Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y actualmente Capital Española de la Gastronomía. Hechos fehacientes de lo que significa esta urbe castellano-manchega como reflejo de una realidad que se palpa al recorrer su intrincadas calles del casco antiguo, su notoria catedral - la primera de estilo gótico de Castilla-, sus Iglesias y edificios nobles, junto a las bellas Casas Colgadas agarradas como por arte de magia a la roca maestra en unas vertiginosas hoces bien definidas por los ríos Huécar y Júcar, todo ello rodeado de un llamativo paisaje natural de pinos y agua, de álamos y piedra kárstica que se entremezcla y funde con el entramado de la población.


Vista parcial de Cuenca con la Torre de Mangana, al fondo

Vista parcial de Cuenca con la Torre de Mangana, al fondo


    Y vivir Cuenca es integrarse en su ambiente urbano, acercarse a los diferentes museos repartidos por toda la ciudad como el referido al de arte abstracto español, una maravilla expositiva de autores como Zóbel, , Guinovar, Chillida,Torner,Tápies o Manolo Millares. Su directora Celina Quintas se desvive en sus orientaciones sobre ese arte singular y abierto y con suma pedagogía explica el contenido y continente de una estética única en el mundo. Lo mismo que la experta Judith en el centro de arte de la Fundación Antonio Pérez.


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El autor del reportaje Carlos Cuesta, con las tecnicas de Turismo de Cuenca, Fatima(izq.) y Cecilia (dcha.)

El Morteruelo de Cuenca, una seña de identidad de los sabores manchegos

    Y en esta ciudad original, animada, cosmopolita y terapéutica el momento actual y durante todo el año está configurado en el universo de la buena culinaria por algo es la capital de esta materia alimentaria. Y aquí  es estos lares de bosque, piedra y agua, la gastronomía bien entendida revela acciones manufactureras del acervo cultural de otro tiempo, recuperando recetas ancestrales y dándoles el marchamo de la calidad y la presencia actual. 


Morteruelo, plato tu00edpico de Cuenca

El Morteruelo plato típico de Cuenca, una delicia manchega


      Los cocineros y guisanderas del lugar demuestran su buen hacer coquinario con propuestas a base de platos singulares como el morteruelo, el ajoarriero, los zarajos, el mojete, el gazpacho manchego o la sopa conquense arreglada con el ajo básico de Las Pedroñeras, sin olvidar el clásico postre de miel y almendra alajú, torrijas al vino de la tierra y el popular aguardiente de Semana Santa Resolí; algunos de tradición quijotesca con la sabiduría ortodoxa de los buenos cocineros capitalinos que hacen de estas recetas platos de de enjundia con la presencia, el sabor y la textura de acicates sobresalientes para paladares exigentes. 


     Y como buenos ejemplos de esta aseveración destacan el Restaurante Recreo Peral, próximo a un remanso del río Júcar, Taberna Bistró Romea, La Terraza del Hotel Alfonso VIII o la cocina del Parador Nacional en el recoleto y reformado convento de San Pablo. Óptimos trabajos cocineros en estos centros del buen comer para satisfacción del parroquiano y del turista accidental. 


Puente de San Pablo, con el Parador Nacional al fondo

Puente de San Pablo, con el Parador Nacional al fondo


      Y si mentamos los vinos de las cinco Denominaciones de Origen de la provincia destaca por su esfuerzo, entusiasmo y promoción la D.O. Uclés con vinos bien estructurados, cuidados en su tratamiento, con una vinificación correcta y unas vides trabajadas a unos 800 metros de altitud. Variedades como el tempranillo-Cencibel- o Garnacha en tintos y Sauvignon Blanc, Merlot o Moscatel en blancos suponen una calidad fuera de toda duda.


      Y los buenos productos de la tierra conquense tienen su presencia mercantil en los envasados. Delicias Eladio oferta desde hace veinte años lo más granado  de los sabores de estos atractivos entornos manchegos y alcarreños. El típico morteruelo a base de cerdo, conejo y liebre de monte, gallina, especias, pimentón, pan en migas, sal y agua se elabora con sumo celo en esta cuidada factoría de las afueras de Cuenca. Al igual que el ajoarriero o la perdiz escabechada. Cresce y Ana, hijas del promotor Eladio se esmeran con primor para llevar por toda España la despensa más auténtica de la calidad organoléptica de los productos genuinos de Cuenca. Y en esa calidad reside la filosofía de esta empresa familiar. 


Eladio, promotor gastronomico

Eladio, promotor gastronómico


     Y la gastronomía local es todo un reclamo turístico para atraer visitantes que quieran participar de todo el elenco cultural y patrimonial de una ciudad con vida propia de raíz árabe- medieval que gusta de su hospitalidad, de su identidad manchega, de una realidad mágica, de un paisaje único con esas Casas Colgadas desafiando el vértigo,  de una belleza pétrea y gallarda con la terapia para los sentidos de capital primordial. Y es que Cuenca no sólo de gastronomía vive, pero sin esta enseña sería un poco menos… Bien hallada, Cuenca!


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Miembros de FEPET, con el alcalde de Cuenca, Darío Dolz (centro), en la sede del Consitorio de la ciudad


Carlos Cuesta, colaborador vyc 225

Autor: Carlos Cuesta








Cuenca, panoramica
Cuenca, panoramica

Casas Colgadas, sede del Museo de Arte Contemporaneo
Casas Colgadas, sede del Museo de Arte Contemporaneo

Cuenca, Pasadizo del Cristo
Cuenca, Pasadizo del Cristo

Casas Colgadas, Cuenca
Casas Colgadas, Cuenca

Colmena La marquesa, una de las mejores mieles de la Alcarria
Colmena La marquesa, una de las mejores mieles de la Alcarria

Fachada de la Catedral de Cuenca s. XII
Fachada de la Catedral de Cuenca s. XII

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