Esta especie de tranvía ofrece la opción de recorrer la ciudad de San Francisco (800.000 habitantes) en el interior de un compartimento acristalado o en su parte exterior y en ocasiones, colgado del vagón.
Cable Car en Powell Street, San Francisco
Los primeros tranvías de San Francisco, una ciudad multiétnica desde el principio, eran arrastrados por caballos que a duras penas lograban escalar las arduas pendientes de la ciudad. En el año 1873 se probó el primer tranvía eléctrico de la ciudad.
Podríamos considerar al cable car como un superviviente de otra época. Este medio de transporte estuvo a punto de desaparecer en 1947 pero una ciudadana enfurecida, Friedel Klussmann; se opuso rotundamente a que lo retiraran. Klussmann era esposa de un médico, miembro de la alta sociedad y defensora de la protección de los monumentos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, un alcalde llamado Roger Lapham planeó arrancar los raíles de las calles y desechar los tranvías por cable; las cosas eran demasiado inseguras y demasiado caras para él. Un sistema de autobuses moderno debería reemplazarlos. Friedel Klussmann fundó la organización "San Francisco Bello" y una iniciativa ciudadana, integrada principalmente por mujeres, para salvar el tranvía. Recogieron más de 50.000 firmas y hubo un referéndum que por amplia mayoría mantuvo los tranvías tan característicos de la ciudad.
Imagen cotidiana del Cable Car en San Francisco, los pasajero colgados del vagón
La causa de su casi extinción fueron los elevados gastos de mantenimiento. Claro ejemplo de ello es que, cada dos o tres meses, es necesario cambiar los cables que hacen funcionar el sistema, lo que supone unos 20.000 US$ (18.974 €) por cable. En 1964 el sistema del cable car fue declarado Patrimonio Histórico Nacional.
Para ver cómo funciona y aprender más sobre este curioso medio de transporte recomendamos visitar el Museo del Cable Car que se encuentra en un edificio histórico de ladrillo.
Entrada del Cable Car Museum
La mayor atracción allí: las enormes ruedas en la sala de máquinas, sobre las cuales los cables corren sin cesar. Pero, por supuesto, aquellos que estén interesados también pueden estudiar en detalle cómo funciona la cosa con la palanca de pinza gigante y cómo se ve una zapata de freno de madera después de haber estado en uso durante mucho tiempo.
Ruedas en la sala de máquinas, del Museo del Cable Car en San Francisco
Un poco más allá del museo se encuentra el depósito, conocido simplemente como "el granero " en San Francisco donde un equipo de artesanos cuida, ajusta, barniza, pule y decora los vagones a mano con mucho cariño.
El Cable Car de San Francisco tiene 3 rutas que cubren, a una velocidad máxima de 15 kilométros por hora, algunas de las zonas más interesantes de San Francisco: el distrito financiero, Nob Hill, Chinatown, North Beach, Russian Hill o Fisherman’s Wharf.
Powell-Hyde: Sale de Market y Powell, pasa por Union Square, el Museo del Cable Car, Nob Hill, Russian Hill, Lombard Street y termina en la plaza Ghirardelli.
Vehiculo que presta servicio en la linea Powell-Hyde de San Francisco
Powell-Mason: Sale desde Market y Powell, y circula por North Beach para terminar su trayecto cerca de Fisherman’s Wharf.
California Street: Recorre el distrito financiero, Chinatown y Nob Hill.
Tarifas
Adultos: 8 US$ (7,60 €).
Mayores de 65 años: 4 US$ (3,80 €) (antes de las 7:00 y después de las 21:00), resto del día 8 US$ (7,60 €).
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