Una ciudad hecha por y para españoles, a medio camino desde la portuaria Veracruz hasta México, la Capital Federal
Puebla fue fundada el 16 de abril de 1531 en época del emperador y rey de España Carlos I siguiendo la idea de una ciudad perfecta y con la base del proyectista barroco español Andrés de Vandelvira, iniciador de las plazas centrales con el poder civil y eclesiástico dominando el entorno y la urbe extensiva en cuadrícula tan frecuentes en la América del descubrimiento.
Panorámica de Puebla, desde el baluarte
Y vivir Puebla es acercarse a su zócalo bullicioso y colorista, siempre muy animado por parroquianos y forasteros y en donde no faltan restaurantes, cantinas y puestos callejeros. Aquí está el centro histórico de la ciudad declarando el 11 de diciembre de 1987 Patrimonio Mundial por la Unesco conservando 2619 monumentos en 391 manzanas, siendo la población mexicana con más monumentos de América.
Centro Histórico de Puebla
Y en esta ciudad de base española y mexicalidad contrastada ocurrieron hechos históricos que la convierten en un referente en la historia de México como la batalla del 5 de mayo de 1862 en la que el ejército mexicano venció a su oponente francés considerado entonces el ejército más fuerte de la época o el inicio de la revolución mexicana el 18 de noviembre de 1910 por los hermanos Serdán.
Y aquí en Puebla se elabora un producto mexicano único como es la cerámica de Talavera fabricada sin interrupción desde hace más de cuatro siglos y una de las expresiones de arte popular más importantes de México. En este sentido Puebla de los Ángeles, su nombre primitivo, puede presumir de ser una ciudad muy cultural y artística y está aseveración se observa en los innumerables edificios públicos y privados donde la cultura se vive y se disfruta a fondo, lo mismo que sus puestos de artesanía y comida repartidos por todo el centro urbano.
Tienda de cerámica de Talavera, infuencia de la artesania de esta localidad toledana
Y hablando de culinaria y dormida no hay que olvidar que Puebla es reconocida por sus platillos populares como el Mixiote de carne de borrego, mole poblano, los chiles en Nogada, las chalupas y las Cemitas, una gastronomía singular y variada que gusta al personal que de acerca por esta ciudad abierta y cosmopolita.
La Casa del Mendrugo supone un ejemplo de la cocina estupenda poblana. con museo incluido sobre la historia de este edificio emblemático.
Casa del Mendrugo, Puebla
Y muy cerca del zócalo se encuentra el hotel boutique más atractivo de la urbe. "Puebla de Antaño” ofrece exclusivas habitaciones muy confortables y una cuidada cocina regional con la terraza dominante en la planta alta donde se pueden disfrutar de buenas vistas urbanas, desayunos, botanas y copas nocturnas en un clima cordial y cálido.
Vestíbulo del Hotel Puebla de Antaño
Y de paseo turístico por Puebla hay que visitar la catedral, la capilla del Rosario, joya del barroco del siglo XVII, comenzó a construirse en el año de 1575 y se terminó en 1649, está considerada la octava maravilla del mundo, así como la Iglesia de San Cristobal en el Centro Histótico y la Biblioteca Palafoxiana, la memoria del mundo en Puebla. Y es que esta ciudad engancha por su estilo colonial español, por el ambiente callejero, por la hospitalidad de sus gentes, por el orgullo gastronómico formado en los monasterios y conventos religiosos y por la historia cargada de simbolismo y remembranza.
Fachada de la Catedral de Puebla. La más alta de México y posiblemente de Iberoamérica
Autor: Carlos Cuesta
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