Al caminar sus calles; perderse por su rincones y fotografiar su arquitectura es una escapada que no se olvida. Segovia Patrimonio de la Humanidad.
Segovia, panorámica
Cuando visita Segovia es fácil sentirse de lleno en el interior una máquina del tiempo: esta preciosa ciudad (de igual importancia turística que Ávila y Toledo) está colmada de edificaciones de otros siglos.
Al caminar sus calles; perderse por su rincones y fotografiar su arquitectura es una escapada que no se olvida. Hoy os contamos cómo llegar y qué ver para sacarle todo el jugo a una ciudad que no deja de sorprender pese a su pequeño tamaño.
Primero algunos datos a modo de información: Segovia es una de las 15 ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.
Al norte de la capital madrileña y es mundialmente conocida por su acueducto, la obra de ingeniería civil romana más importante de la península ibérica con un estado de conservación excelso pese a las decenas de siglos que lo contemplan.
La ciudad es, además, famosa por sus deliciosos platos, entre ellos la ternera a la segoviana y los judiones.
Al llegar, mi primera visita fue el Acueducto: como ya mencioné, es una de las obras de ingeniería civil romana más importantes de Europa. Se construyó entre el siglo I y II D.C, y su imagen es tan imponente que sólo estar escribiendo esto me transporta ahí mismo. Es particularmente hermoso observarlo desde la plaza del Azoguejo, aunque siempre se puede ir siguiéndolo y ver dónde nos lleva esta colosal obra de casi treinta metros de alto.
Acueducto de Segovia
Otra de las joyas segovianas es el Alcázar. Reconocido, también, por ser uno de los castillos más hermosos de toda Europa. Se encuentra erigido en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores. Si elegimos visitar Segovia en tour, la mayoría de ellos incluyen la visita guiada al interior del Alcázar, actividad alucinante que, personalmente, no me perdería.
Alcazar de Segovia
Las paredes de este castillo están colmadas de la historia de España toda; caminar por sus salones es empaparse de la vida de la realeza, sumado a que muchos acontecimientos históricos han tenido lugar aquí. El guía nos contará todo tipo de curiosidades sobre los reyes de Castilla. Tiene decoración mudéjar y descubrir todos sus recovecos es una maravilla, como un viaje en el tiempo.
¿El mejor mirador del Alcázar para tomar las fotografías más bonitas?
El de la Pradera de San Marcos. También, dentro del Alcázar, hay unas panorámicas preciosas desde la torre Juan II, desde donde pueden verse sus jardines. Hay varios precios de entradas para acceder al Alcázar.
Segovia vista desde el Alcázar
Luego usualmente, en los tours, nos dejan un rato libre para el almuerzo y las compras. La taberna López y el claustro de San Antonio El Real son dos de los mejores restaurantes de comida castellana que hay en Segovia.
Mi elección fue el cochinillo; (luego tuve que caminarme toda Segovia para la digestión, pero valió la pena), aunque también puedes elegir por otros varios platos típicos castellanos: el cordero lechal, la sopa castellana, el ponche segoviano o los torreznos.
Posteriormente al almuerzo y con la panza llena, caminar por la Calle Real es una linda actividad para visitar tiendas y comprar recuerdos. Además, en esta calle se encuentra el Mirador de la Canaleja, desde donde se puede ver a la Mujer Muerta (un grupo de montañas que tienen forma de mujer acostada) y también la Cárcel Vieja, muy renombrada porque allí estuvo preso Lope de Vega.
Mirador de la Canaleja y Museo de Cervantes, Segovia
Si sobra tiempo, la Catedral de Segovia es una bonita edificación para visitar; es la tercera más grande de España y es conocida, también, como La Dama de las Catedrales. Fue construida entre los siglos XVI y XVIII, es de estilo gótico con algunos elementos renacentistas y es muy, muy elegante.
Catedral de Segovia
Si aún sobra tiempo después de esto, lo más lindo de Segovia es… ¡descubrirla! Caminar sus calles y meterse en todos los sitios posibles es la mejor forma de exprimirla al máximo. No hay sitio que no esté lleno de historia, eso se nota en cada rincón. Así que exploremos esta fantástica ciudad que, como anticipé en primer lugar… nunca, nunca defrauda.
Casa de los Picos, en la Calle Real de Segovia
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