​Es Navidad

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Jacinto Seara 202

    Es bueno festejarlo con canciones, luces, villancicos… teniendo siempre presente que lo que festejamos es la Natividad, es decir el nacimiento del niño que vino a revolucionar el mundo, odiado y amado. Muchos no creen, los respectos, lo mismo que los agnósticos. Les pido que sin variar sus creencias no se fijen en los cristianos, muchos no somos ejemplo ni lo fueron, lean el mensaje y practíquenlo en lo que piensan que es bueno. Ninguno hasta ahora lo ha mejorado, ni ha llegado tan lejos en la defensa de las libertades individuales conjuntas, igualdades de sexo, raza o religión, ni que seas rico ni pobre, incluso los derechos humanos con sus ‘Cartas’ oficiales han tomado como base ese mensaje.


      Ese nacimiento del niño que con El Paso del tiempo se fue dando cuenta que era más que un ser humano, fue tomando conciencia de que era Dios hecho hombre, el mismo se llamó el ‘hijo del hombre’, y vino para todos judíos y gentiles, hombres y mujeres de cualquier parte, enseñando con palabras que pudiésemos entender el camino del bien. Se entregó a la humanidad hasta su muerte, muerte de cruz, porque su amor por todos los seres humanos es infinito, e invitó que nos amásemos los unos a los otros cómo el nos amó.


      Es bueno festejarlo, pido que lo mismo que se hace con el ‘Ramadán’, ‘año nuevo chino’, o de otras religiones, que tienen todo el derecho de que se les felicite, pero que a los cristianos no digan ‘Felices Fiestas’, sino ‘Feliz Navidad’, del mismo modo que se hace en otros países: Bo Nadal, Merry Christmas, Joyeux Noël, Feliz Natal, Buon Natale… El Niño-Dios nace para todos sin distinción ninguna en el corazón cada Nochebuena. Vino a este mundo para que no hubiese ninguna distinción, se que me repito, y trajo un amor que traspasa los umbrales de la muerte. 


       Riamos, enceramos luces, pongamos belenes, pensemos que el quiere que esa paz reine siempre en nuestras vidas. A los que decimos que somos creyentes, esta Navidad nos debe recordar que Dios lo llevamos dentro de nosotros y debe ser el guía de nuestras actuaciones. Perdamos la vergüenza de que nos consideren unos desfasados, sintámonos orgullosos de serlo, es el mayor don y premio que podemos tener aquí en la Tierra, y que debemos tratar a todo ser humano, sea de donde sea y piense lo que piense cómo un hermano.

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