Deterioros de las democracias

    No cabe duda que los menos de 3 años que llevamos en la presente década están siendo muy convulsos. La Pandemia, el asalto al Capitolio y la invasión rusa en Ucrania con sus correspondientes consecuencias políticas y económicas universales, son algunos de los principales acontecimientos que mayor ansiedad e incertidumbre generan en gran parte de la población mundial.                                   

Esta situación actual junto con el avance de los partidos políticos populistas y ultras que se lleva produciendo desde hace más de 5 años, están facilitando el declive o estancamiento de la mayoría de las democracias vigentes a día de hoy. Asimismo, desde hace bastantes años se vienen produciendo más irregularidades en los procesos electorales, más control de los medios de comunicación y sindicatos, así como una mayor intromisión en la independencia judicial. Se está observando que la mayoría de las democracias están perdiendo su calidad, debido a enfermedades que poco a poco van minando sus fundamentos y estructuras institucionales.

      El Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral, destaca en uno de sus informes que 27 países empeoraron en su calidad democrática frente a 13 que mejoraron. Países como la India, Estados Unidos, Brasil, Polonia o Hungría están sufriendo un importante retroceso y antiguas democracias como Birmania o Túnez ya no lo son. Gran parte de esta situación, podría explicarse en una creciente desesperanza general de la ciudadanía en que las cosas van a mejorar, lo cual provoca una mayor apatía y aborrecimiento dirigido a unos dirigentes políticos que en gran parte anteponen sus intereses personales en contraposición con lo que más conviene a la sociedad que dicen defender.   

      Si echamos un vistazo a lo que se opina sobre España, en dicho informe se considera a nuestra Nación como una democracia de desempeño medio que debe mejorar en la participación de la sociedad civil y en el modo de renovación del Consejo General del Poder Judicial. Me viene a la memoria, la inmensa movilización pacífica y ejemplar de millones de españoles que se produjo a raíz del asesinato de Miguel Ángel Blanco y que contribuyó decisivamente al inicio del fin de E.T.A. 

     Hoy en día, tenemos una situación económica y de falta de oportunidades estables de trabajo muy preocupantes. Sin embargo, sólo observamos a la generación de mayor edad saliendo a las calles para defender sus pensiones, lo cual están consiguiendo. Si nos fijamos en el Régimen Chino mucho más autoritario que el nuestro, veremos como sus autoridades han tenido que disminuir las restricciones de libertad exageradas por el Covid-19, gracias a las manifestaciones sin violencia pero con determinación de muchos chinos de diferentes edades que están indignados. Los jóvenes españoles deberían tomar nota, y no resignarse a la creciente precariedad laboral como si fuera inevitable, cuando en sus manos está movilizarse y luchar pacíficamente por algo que se puede solucionar.