​La Giralda, saleroso sabor de Andalucía en pleno Madrid

     La Giralda es lo que llamamos esos restaurantes “de toda la vida”, con lo que comporta de calidad, de buena materia prima, de profesionalidad y de auténticas recetas tradicionales. No en vano, La Giralda, actualmente situada en el madrileño y elegante barrio de Salamanca, nació en la calle de Hartzenbush, en plena zona castiza de Chamberí, nada menos que en 1976.

Carmelo Espinosa

     Su fundador, el almeriense Carmelo Espinosa, que había empezado su carrera profesional como novillero (hoy, todavía, podemos apreciar un hermoso rincón en el restaurante con sus trajes de faena y numerosos objetos relacionados con los toros), cambió el mundo taurino por la hostelería. Así, nació la Giralda inicial (luego hasta llegar a la actual, hubo varias), que supuso la apertura de la primera freiduría andaluza de calidad en la capital de España. Los que tenemos una “cierta” edad, recordamos todavía los anuncios en el cine Palafox de La Giralda, en el intermedio de las películas, que suponía una exótica ventana a Andalucía por sus pescaditos, sus platos típicos del Sur y su decoración tan andaluza de enrejados, toros, flores y azulejos.

      Hoy, aunque todavía podemos ver al enérgico y octogenario Carmelo Espinosa, detrás de la barra, en La Giralda, es su descendencia la que ha tomado las riendas. Concretamente, su encantadora hija María, gran conocedora del negocio y de su filosofía de buena gastronomía andaluza y española, lleva el negocio con muy buen tino.

Carmelo Espinosa, fundador de La Giralda

     El local de la Giralda es grande: una zona más de tapeo, una terraza de verano en el reputado callejón de Puigcerdá (la entrada oficial del restaurante es por la calle Claudio Coello), un amplio comedor y otra planta disponible de reservado. Los fines de semana, hay actuaciones nocturnas, en vivo, de flamenco, para los que quieran compaginar gastronomía y arte. La decoración, como ya lo era en la primera Giralda, está relacionada con el mundo taurino, con el estilo Andalusí de azulejos pintados, adornos de forja, flores…

Comedor La Giralda

    El servicio ágil y eficaz atiende diligentemente a los comensales que llegan hasta La Giralda. La carta incluye desde los tradicionales huevos rotos con patatas, croquetas de jamón deliciosas, ensaladilla rusa, hasta variadas ensaladas de óptima pinta y chacinas excepcionales. En el aspecto más puramente andaluz, no hay que dejar pasar el riquísimo salmorejo cordobés (que lo siguen elaborando en invierno), sopitas de picadillo o frituras de pescado y tortillita de camarones.

Salmorejo, La Giralda 

       No podía faltar un rabo de toro a la cordobesa, entre las carnes. En cuanto a la materia prima de cualquiera de los pescados, carnes o mariscos, podemos asegurar que es óptima. La cocina es sencilla y pone de relieve ese buen producto, por cierto, muy variado en la carta. La elección es amplia. Interesante reseñar que existen medias raciones en muchos de los platos de la carta.

Frituras de La Giralda

      Si el apartado de pescadito frito es sorprendente por calidad y amplia oferta, el de arroces es otro de los fuertes de La Giralda. Concretamente, los arroces caldosos. Estos vienen con mariscos como el sabrosísimo de gambas y almejas, con carne como el de rabo de toro o para los más vegetarianos, con verduritas. Muy bien hecho el caldo intenso y rico en sabor como debe ser. Una fideúa y una paella de mar y tierra completan la oferta arrocera. Decir, además, que los precios están comedidos. Sin ser baratos porque, evidentemente, con esa calidad de producto, no podría serlo, no son platos en absoluto caros.

Arroz caldoso con gambas y almejas La Giralda

      Detalles como poderte beber una exquisita Manzanilla, tan andaluza, o unos vinos del Sur completan esta propuesta tan sureña, enraízada en la buena y clásica gastronomía española. Unos dulces postres como la leche frita, los piononos de Santa Fe, unos milhojas o unos crêpes suzette nos deleitarán el paladar para finalizar esta rica propuesta de La Giralda. Sabor, salero, raíces culinarias que, a través de los fogones de la familia Espinosa, nos prometen (y lo cumplen) con una buena comida de “toda la vida”.

Direcciones:  c/ Claudio Coello, 24 -Madrid

Precio medio: 40 euros/ persona

Reservas: 91 576 40 69 /

Autora: Carmen Pineda