¡¡¡ Llegó el Carnaval, Chegou o Entroido!!

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Para los que pensaban que tras los excesos navideños iban a tener una tregua y por fin podrían cumplir las promesas de “año nuevo”, tengo malas noticias: ¡¡¡ LLEGÓ EL CARNAVAL!!!


En Galicia, el Carnaval no sólo es fiesta Pantallas, Choqueiros, Peliqueiros, Cigarróns, Madamas y Galáns, el Boteiro, Folións, o el Oso de Salcedo, por nombrar algunos, sino que se trata también de una fiesta de carácter gastronómico para todos los gallegos, tanto así que hasta nos hemos dotado de un Salón Gastronómico de reconocimiento Internacional que se llama Xantar (comer en castellano) y que este año ha alcanzado su 17 edición.


En esta fecha señalada del invierno el cerdo es el protagonista de nuestras mesas; la cabeza(cachucha), el “lacón con grelos”, el chorizo y las patatas son los principales alimentos siempre acompañados de los típicos postres de los que luego hablaré.


Desde el punto de vista nutricional un plato de “lacón con grelos” es el más equilibrado. El “lacón” es fuente de proteína animal y él aporta el material necesario para la regeneración de las estructuras celulares. Las patatas, con sus hidratos de carbono son imprescindibles como suministro de energía diario y por otra parte, los “grelos” son la fuente primordial de fibra y vitaminas. Salvo que le añadamos tocino, costilla o chorizos,el contenido en grasas de este plato típico es bajo, contrariamente a lo que cree mucha gente,por lo que resulta aconsejable para los que no quieren ganar peso disfrutando de un buen almuerzo.


Como en todo, es muy importante tener en cuenta las cantidades para no pasarse. Los que saben de esto, como son casi todos nuestros abuelos y los nutricionistas, aconsejan tomar un primer plato de un buen caldo gallego exquisito a la par que saciante, que nos aporta agua, fibra, vitaminas y múltiples minerales que se encuentran presentes en el agua de cocción de la olla y que en ningún caso debemos de desperdiciarlo.


Para poder llegar al final y disfrutar del postre vamos a tener que poner "cabeciña" y evitar llenar el plato a rebosar o repetir. El plato equilibrado es aquel que le dedica dos tercios a la verdura y el tercio restante a la proteína y a la grasa.


Debemos tener en cuenta que en estas celebraciones solemos escoger un buen vino, preferentemente tinto, en lugar de agua, lo que también sumará calorías al total. Si se trata de un vino de cualquiera de las cinco denominaciones gallegas, el contenido alcohólico será más bajo (algo a tener en cuenta) y no desequilibrará nuestro balance calórico, mientras que si optamos por caldos de denominaciones con más grado etílico estaremos incrementando nuestro balance final.


Y para llegar al final con un hueco para la sobremesa (sin desabrochar el botón del pantalón), no hay que desfondarse en los entrantes. 


Las “larpeiradas” más típicas de estas fechas son las filloas y las orejas. ¡¡¡Ummm!!! ¡Es francamente difícil escoger cuál es mejor, por lo que casi seguro que piquemos de ambas! Al ser dulces de la casa, hechos de manera artesana y con productos naturales, argumento de la casa que convence a los indecisos y que parece como si tuviera muchas calorías. ¡Cuidado con los impulsos!! Las orejas si no están bien freídas/fritas, pueden contener una importante cantidad de aceite que hará elevar sus calorías, por lo que siempre debemos escurrirlas con un poco de papel. Por lo demás las orejas (harina, huevos y anís) presentan un balance equilibrado entre hidratos y proteínas.


Por su parte las filloas(hechas con leche, agua, harina y huevos), y que los franceses les ha dado por nombrar “creppes”, tienen que ser finas, delgadas, casi transparentes, para que no supongan otro extra de calorías, que altere el balance energético final de la comida típica del Carnaval. Desde el punto de vista nutricional todos desaconsejan los rellenos tipo chocolate o nata yo generalmente solo peco con una cuchara de miel.


Y para finalizar y dejar atrás las calorías que sin duda hemos acumulado con esta comida tradicional del Carnaval de la que tanto disfrutamos, en la mesa, hay que salir a la calle a participar, echar un baile, vestirse de lo que le apetezca o participar en una comparsa y hartarse de reír con los amigos y vecinos o de uno mismo. Todo esto nos ayudará a quemar esas calorías de más que "sin querer" pudimos meterle al cuerpo.


Con el cambio climático, el verano ya está en puertas y si no comemos con cabeza y hacemos el ejercicio idóneo, nuestros "tipiños" y siluetas, en las playas podrán verse... crecidos. Nada más. ¡Disfrutad de los manjares gallegos del Carnaval, siempre con “sentidiño”!

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