​Paisaje, gastronomía y sentimiento en Quirós (Asturias)

     Es un concejo con una diversidad paisajística envidiable y labrado entre montañas y valles infinitos. Quirós, envuelto en la ruta asturiana del oso, se encuentra en el suroeste de la región y vive con intensidad su pasión por el universo campesino y etnográfico. Y en este territorio de sosiego y belleza serena se encuentra el más famoso árbol de Asturias. 

Embalse de Quirós

      Se trata del Texu de Bermiego, un ejemplar milenario que es todo un icono para las gentes de estos espacios de valor, sentimiento y esperanza. Y en este lugar mágico y sentimental unieron recientemente sus vidas Isabel y José Luis en una ceremonia arropada por sus próximos. Una pareja amante de las tradiciones y de la historia etnográfica asturiana que quiso vivir a fondo un día especial en un entorno pleno de embrujo y atracción. Fiesta, amistad, gastronomía y cercanía en una perfecta simbiosis con el paisaje que custodiaba la escenografía nupcial en un entonado y abierto plano secuencia.

Momento de la ceremonia nupcial de José Luis e Isabel

       Y en Bermiego la culinaria de la zona brilló con luz propia. La casa de comidas Jamallo de Bárzana de Quirós, uno de los emblemas hosteleros de estos enclaves fue la encargada de preparar un condumio al estilo de aquí. Una fabada muy bien ejecutada con la calidad organoléptica por norte. Fabes propias y equilibradas con un compango cárnico de altura. Un plato sobresaliente que causó sensación a todos los presentes, así como los corderos asados a la cruz y el postrero arroz con leche, sin olvidar los buenos caldos de Ribera del Duero controlados por José Luis. 

Corderos asados a la cruz

    Y casa Jamallo, con un servicio esmerado, demostró la buena oferta gastronómica que practica desde hace décadas, siendo un local público con el referente de lo natural y artesano donde los potajes, como el de castañas, y las carnes son su enseña de presentación. Y el buen ambiente y el sentimiento se conjugaron a la perfección en una jornada para el recuerdo y las evocaciones marcadas por una meteorología que contribuyó a engrandecer un festejo acogido con sensaciones de druidas bajo el sempiterno y emblemático Texu de Bermiego.

Autor: Carlos Cuesta