Entornos de Caleao
En este antiguo reducto del cazador, ahora convertido en bar y posada ve pasar la vida la familia de la matriarca Zulima que sigue al pie del cañón ofertando propuestas de la tierra donde no faltan los productos cárnicos de cerdo y vacuno junto a la ilustre venatoria, pues estos entornos de los puertos de Contorgán son una prueba fehaciente del universo cinegético.
Y en este establecimiento de altura se guisa de comer con platos muy elaborados de la cocina tradicional. Las sopas de hígado en temporada, menestra, el bacalao confitado -una delicadeza- el picadillo con huevos camperos, las manos de cerdo muy trabajadas o el cabritu con patatinos, son suculencias que presiden una carta en evolución pero manteniendo la base de la tradición coquinaria.
Cabritu guisado, un plato obligado en Casa Zulima
Es un suma una cocina que gusta a su fiel clientela y a los muchos montañeros y cazadores que frecuentan estos espacios bellos y silentes. También los productos del llano tienen aquí su presencia obligada como las truchas del Nalón, los tomates y lechugas del huerto local y el insuperable queso casín, el más vetusto de los quesos asturianos documentado, amén de postres muy familiares como.el arroz con leche o los borrachinos. Todo en esta casa está adobado por la calidad y el trato ilustrado de sus hacedoras en cocina. Y si hablamos de vinos las referencias son estupendas con D.O bien escogidas.
Bacalao confitado, propuesta estrella de la casa
Y visitar Casa Zulima es envolverse en un ambiente popular y cálido donde se habla de viejas cacerías realengas y leyendas oseras en épocas pasadas. Toda una historia rural marcada por un hábitat de montaña y arroyos con el barranco fluvial de los Arrudos de referencia montañera y paisajística.
Los fines de semana de todo el año, Caleao vive su particular fiesta medioambiental y culinaria. Una manera de encontrar el ocio montañés entre panorámicas de postal, próximo y caminos infintos. Y si algún visitante está interesado en el arte de la alfarería, la artista madrileña Mar Lluna oferta su labor y sus sueños de manufactura en su recoleto taller.
Y vivir Caleao es imbuirse de patrimonio natural y etnográfico, con Casa Zulima como punto de encuentro para acercarse a conocer su cocina y las historias de rabeles y la música tradicional en un mundo rural que apenas ha cambiado.
Rincón del Pueblo de Caleao
Autor: Carlos Cuesta
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