​Candás (Asturias) entre sardinas, paseos y hospitalidad

     La localidad asturiana de Candás celebró estos días agosteños el popular festival de la sardina. Tras los dos años de parálisis festiva por la pandemia, este año la sardinada ha vuelto con bullicio y expectación. Ya son 51 ediciones de un festival que atrae hasta esta villa marinera a infinidad de romeros y visitantes que no quieren perderse una fiesta gastronómica cargada de sabor y sensaciones. Más de 3.500 kilos de este fresco pescado cantábrico se probaron en la pintoresca pradería de San Antonio con la visual marítima por enseña y las peñas amistosas entregadas a la causa festiva entre jolgorio y disfrute estival. 

En pleno asado de las sardinas, Candás

      Y es que Candás la capital del concejo de Carreño arropada por las ciudades de Gijón y Avilés vive con intensidad el universo marinero y por estos lares las sardinas siempre tuvieron mucha impronta por su calidad y aprecio gustativo. Y en esta fiesta sardinera se volvió a demostrar el buen ambiente sentido por todos los presentes en un alarde de algarabía y placer sensorial. 

Playa de la Palmera, en Candas, Carreño (Asturias)

     El restaurante Casa Repinaldo se alzó con la sardina de oro de este certamen culinario y la sardina de plata la recibió el Portalón ,ambos locales candasinos que conocen muy bien la técnica del asado en plancha. 15 euros la docena de sardinas y las colas no se hicieron esperar para alcanzar ese bocado apetecible del mar Cantábrico. Este pueblo conservero ha perdido casi todas las factorías existentes en la zona. Su riqueza marinera que sigue presente dio paso a la ganadería y a las nuevas tecnologías, pilares que empujan la economía de un concejo próspero y feliz.

Panorámica del Puerto de Candás

       Y entre sardinas, paseos por unos alrededores idílicos como Perlora, la antigua ciudad de vacaciones, hoy olvidada a su suerte y otros rincones de grata observación como la ruta clariniana, este municipio ve pasar la vida con la ventaja de estar próximo a las principales urbes asturianas y con unas comunicaciones modernas y prácticas. Y Candás vive su momento recordando un pasado de gestas balleneras, marineros aguerridos y tristes naufragios que siempre empañan el recorrido vital de unas gentes esforzadas y abiertas. En este aspecto el cantautor local Pipo Prendes lo señala con frecuencia en sus odas musicales, y Candás y la mar están indefectiblemente en el cancionero de este artista sobresaliente. Lo mismo decir del agitador cultural Alain Fernández que vive a fondo los entresijos de su villa y concejo trabajando con estilo y vocación para proyectar a su terruño. El Festival de la Sardina, entre otras promociones, es su santo y seña.

Destacados hosteleros asturianos, tras fallar el premio del Festival de la Sardina

    Y en el campo de la gastronomía Candás y aledaños ofrece calidad en sus tabernas, restaurantes y sidrerías. La Parra y Repinaldo merecen una visita, como Casa Gerardo en Prendes cerca de la capital. En esta antigua parada de postas elaboran la mejor fabada del Principado. Los críticos lo apuntan con seriedad y rigor. Pedro Morán y su hijo Marcos son la vanguardia de la cocina regional y como antaño, en este moderno local se guisa de comer. Y lo cierto, Candás con su estupendo Museo Antón, sus sabrosas marañuelas de San Félix y la sidra Peñón en Albandi, bien merece la pena una visita. Y mentar Candás es hablar de todo el concejo de Carreño. Verdad, salitre, terapia, turismo y hospitalidad.

Autor: Carlos Cuesta, texto y fotos