​Beber alcohol en el mundial de Qatar 2022

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Luisgulin 1

      La Copa del Mundo como es ya sabido se va a organizar entre el 21 de noviembre y 18 de diciembre en Qatar, en pleno desierto y en un país donde ir de vinos y tomar cubatas no entra dentro de su cultura. Por ese motivo, la FIFA y los organizadores locales del mundial se están rompiendo los sesos como van a regular el tema de servir alcohol durante el torneo. De momento la tendencia es que se crean pequeñas áreas separadas en los estadios y la autorización durante las horas de los partidos de crear pequeños puestos de venta de alcohol. En la actualidad el que quiera meterse un gin tonic, refrescarse con una cerveza bien fría o tomarse un vinito tiene que ir al bar de un hotel. A mayores solo hay una tienda oficial donde se puede vender alcohol que pertenece a QDC (Qatar Distribution Company), propiedad de las líneas aéreas nacionales. Pero para entrar ahi hay que tener un permiso: ser extranjero residente permanente en Qatar, tener mas de 21 años y llevar un certificado de la empresa de tus ingresos anuales. Según la nómina se establece que cantidad de alcohol se puede comprar. Inicialmente esta iniciativa era evitar la creación de un mercado negro pero ningún país es perfecto.


      De todos modos, el permiso para comprar alcohol en Qatar cuesta 40 euros el primer año y 100 euros desde el cuarto año. En el momento que se tenga la licencia no acaban las reglas restrictivas: el alcohol que usted compre solo se puede beber en su casa, en la casa de la persona que compró las botellas. Y solo usted, el comprador, puede transportar en su automóvil las botellas, y por supuesto no pueden estar visibles durante el transporte. Importante: solo usted, poseedor del permiso o de la licencia de compra del alcohol, puede entrar en las tiendas QDC, no se permite la entrada acompañados de familiares o amiguetes. Por cierto, también puede comprar en ese establecimiento especial carne de cerdo, siempre que usted sea extranjero no musulmán.


     Lo que llama la atención a los visitantes en los bares de los hoteles y en las tiendas especiales, es que, al lado del precio oficial, por ejemplo, de una cerveza de importación, figura a mayores la tasa de pecado, encareciendo en más de un 100 por cien todos aquellos productos que no sean halal, que no correspondan con los principios y valores de la religión musulmana. Como ejemplo, la cervecera Budweiser, patrocinador oficial del mundial, su pack de 24 botellines (0,33 l) se vende entre 80 a 100 euros.



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