​El Tribunal Constitucional alemán declara legal el impuesto de alojamiento

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   Ya sea el impuesto municipal, el impuesto cultural o el impuesto de alojamiento, en varias ciudades alemanes se pide a los viajeros que paguen un suplemento por las pernoctaciones. Esta había provocado un gran malestar entre los hoteleros germanos.


    Después de una larga disputa, el Tribunal Constitucional Federal ha decidido que las ciudades y los municipios pueden exigir el llamado impuesto por cama (Bettensteuer) a los huéspedes que pernoctan. El Tribunal Constitucional Federal, con sede en Karlsruhe, dictaminó que los impuestos locales son compatibles con la Ley Fundamental. Los jueces del Primer Senado (Sala del TC) rechazaron las demandas constitucionales de los hoteleros de Hamburgo, Bremen y Friburgo. Los jueces de Karlsruhe justificaron su decisión diciendo que el impuesto no grava excesivamente a las empresas afectadas y que los estados federales también están autorizados a promulgar las leyes correspondientes.


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     También es constitucional un impuesto de alojamiento para las pernoctaciones profesionales, por lo que los gravámenes también podrían ampliarse. Debido a que hasta ahora solo los particulares tienen que pagarlo, los viajeros por motivos de negocios estaban exentos de la tarifa, según una decisión del Tribunal Administrativo Federal del año 2012. Sin embargo, el Tribunal Constitucional Federal no consideró necesaria esta distinción.


     El llamado impuesto por cama ha sido recaudado por muchas ciudades durante años. Oficialmente se denominan en algunos lugares tasa de promoción cultural o turística, tasa de estancia, tasa de alojamiento o tasa de pernoctación. El principio básico es siempre el mismo: por lo general, se paga un cierto porcentaje del precio del alojamiento por persona y noche, generalmente alrededor del cinco por ciento. A veces hay que pagar una cantidad fija, por ejemplo tres euros por noche. Aquí también hay variantes: en Hamburgo, por ejemplo, la cantidad se escalona según el precio de la noche. Sobre todo, después de que el IVA para el alojamiento en hoteles se redujera del 19 por ciento al siete por ciento en 2010, los municipios introdujeron el impuesto a la cama para compensar la pérdida de ingresos resultante.

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