Palacio do Freixo, la primera Pousada de Portugal establecida en la Ciudad Invicta

La Pousada de Porto, perteneciente a la Cadena Pestana, un prodigio arquitectónico 

El edificio, de este emblemático palacio está muy bien localizado a orillas el río Duero, cerca de su desembocadura en el Atlántico, donde fue mandado construir en 1742, por el deán de la catedral de Oporto, Jerónimo de Távora e Noronha, un señor acaudalado de entre el Duero y el Miño, responsable de la llegada del célebre arquitecto italiano Nasoni a la ciudad de O Porto, siendo habitado por sus descendientes hasta el año 1850 cuando fue vendido a Antonio Afonso Velado, primer Vizconde do Freixo. 

El Palacio do Freixo de planta cuadrangular, cuenta con cuatro torreones en cada ángulo cubiertos por tejados piramidales. Sus muros son ondulantes y las escalinatas interiores y exteriores complementan la decoración del edificio. Destacan por su originalidad sus cuatro fachadas, todas diferentes. Cada una de ellas se adorna con motivos florales, escudos de armas y medallones confiriendo, en su conjunto, un estilo romántico. El arquitecto se inspiró en la propia escultura típica del barroco italiano donde abundan elementos acuáticos como algas, peces, líquenes, etc.

Como cualquier edificio notable, el Palacio do Freixo también sufrió modificaciones a lo largo de su historia. Precisamente, el Vizconde do Freixo hizo varias intervenciones, lo que vino a transformar su aspecto. 

Más tarde el edificio y sus jardines fueron vendidos a Companhia Harmonia, que instaló aquí una fábrica de molienda, ampliada entre los años 50 y 60, de la que todavía se conserva una esbelta chimenea de ladrillo rojo junto a la piscina y terrazas exteriores del Palacio, perfectamente integrada en el conjunto general del edificio.

En 1910, fue declarado Monumento Nacional y en 1986 pasó a ser propiedad de la Cámara Municipal de Oporto que consiguió para el Grupo Pestana transformarlo en la confortable y sobria Pousada do Porto.

En la actualidad, El Palacio do Freixo, pertenece a la Cadena Pestana y es uno de los establecimientos hoteleros más importantes de la ciudad. 

Situado en la margen derecha del Douro, resulta una atalaya privilegiada, desde donde se divisan, del otro lado, una playa fluvial rodeada de gran vegetación, algunos de sus puentes y las magníficas vistas de Porto con sus típicos tejados rojos y sus nobles edificios.

La actual Pousada do Porto consta de 2 edificios distintos que están comunicados: el del palacio, donde están el restaurante, el bar, las salas de estar y de reuniones; y el de la antigua fábrica de molienda Harmonia, donde están las 87 confortables habitaciones, con superficies que van de los 26 m² a los 70 m², poseé diez suítes con vista directa sobre la bahía que forma el río. Todas las habitaciones están equipadas con aire acondicionado, televisión, tv por cable, mini bar, secador de cabello, caja e internet sin hilos.

Cabe destacar la elegancia y el gusto en la decoración interior, realmente deslumbrante de las confortables habitaciones dotadas del máximo confort, lo que hace honor al nombre, todas ellas, dignas de un Palacio, así como del exquisito trato por parte del personal, donde los clientes disfrutan de todo tipo de atenciones además del relax del recinto de la piscina ubicada al aire libre junto al mismo Río Douro, con unas vistas sobre el mismo increíbles y distintas, según la hora del día.

No resulta fácil encuadrarla, en las Pousadas ya que va más allá de un edificio singular, en todo caso estamos ante una "nueva generación" de Pousadas.

Resta añadir otro aspecto muy valorado por los turistas como es la espléndida gastronomía portuguesa elaborada por expertos profesionales que hacen las delicias de los más exigentes paladares.

Sala de uno de los restaurantes

En el interior del palacio están las salas de los restaurantes, en las que la excelencia es prioritaria y donde se pueden degustar los sabores de la gastronomía portuguesa, con pequeños matices contemporáneos, siendo las sugerencias de la carta renovadas cada temporada.

Las salas de estar y el bar también son espacios de confort y bienestar.

En el exterior encontrará los jardines, en los que destaca sobre todo la piscina y el antiguo pontón de embarque, una invitación irrechazable a pasar un final de tarde vigorizador.

Piscina abierta sobre la orilla de río Duero, desde donde se contemplan unas vistas impresionantes

El acceso directo al río y a lo largo del paseo junto a la orilla permite a los huéspedes hacer uso de la zona ribereña fácilmente.

Perderse por las calles de Oporto – tanto su centro más elevado como la zona cercana al río Douro – como es una de las experiencias que jamás se olvidan.

Nasoni fue uno de los arquitectos más importantes de la ciudad de Porto y realizó una gran contribución a su patrimonio histórico del cual es un buen testigo El Palacio do Freixo. Artista de reconecidos méritos, ejerció aquí y en el norte de Portugal, una intensa e importante actividad. Casi podríamos decir que no hay en Porto obra arquitectónica de alguna importancia que no lleve la Marca de Nasoni:  Torre dos Clérigos, lógia de la Sé, iglesias de Santa Casa del la Misericordia de Porto, del Terço y de Nuestra Señora de la Esperanza; el palacete de S. João Novo y casas como la de Prelada, de Chantre, de Ramalde o del Viso; por citar sus más conocidas.

La Torre de los Clérigos, su obra más emblemática y  más representativa de su creación artística, en la que trabajó gratis y a costa de su patrimonio personal. Cuando se construyó, esta torre, con 75 metros de altura, era el edificio más alto de Portugal. 

Nasoni que murió en la pobreza, con 82 años de edad, el 30 de Agosto de 1773, diez años después de haber concluido La Torre dos Clérigos, quiso ser sepultado en el interior del templo que había construido – La Iglesia de los Clérigos-. Se sabe, que su última voluntad fue cumplida porque así consta en el libro de óbitos da Hermandad: “… Nicolau Nasoni fue sepultado en esta Iglesia (de los Clérigos) siendo asistido por la Hermandad como pobre y se le hicieron los tres oficios como también el darle sepultura…” .No se sabe, con certeza en que local en concreto están enterrados sus restos mortales, aunque el consenso general es que estén debajo del púlpito, donde se daba sepultura a los hermanos legos.

Aprovechando nuestra estancia en El Palacio do Freixo, podemos disfrutar de la "Ciudad de los puentes", toda vez, que tenemos asegurado un alojamiento donde el dormir y descansar ya que todos los detalles están pensados para que no sintamos en comunicación con los ángeles, sin necesidad alguna de ser creyente.

Si finalmente, decidimos no disfrutar de la múltiple y variada gastronomía que ofrece Porto y queremos, seguir prolongando nuestra estancia en "Palacio" esta Pousada es un lugar ideal, para relajarse y disfrutar reposadamente del agua y sus vinos cuya denominación de origen les ha hecho internacionalmente famosos. 

Sorprende también la carta en los restaurantes de "Pousada do Freixo", si lo que le gustan so los pescados está ud. en el sitio adecuado, si le gusta el ave no dude con el "magret de pato, con vinagre balsámico", si lo suyo e la carne (vitela, en gallego y portugués), aproveche para degustar la ternera, pero no se agota ahí, no quiero abrirle el apetito, pero no podrá decir que ha estado en Porto y no ha probado "Una francesinha", se trata de una especie de sandwich bastante contundente, de invención relativamente reciente y cuya creación se atribuye al cocinero Daniel David Silva en la década de los sesenta.

Recomendable es así pues, alojarse y degustar los platos de cocina portuguesa que ofrece la Pousada do Porto.

La Pousada de Porto se encuentra a unos 2 km de la estación de tren de Campanhã.

El aeropuerto de Oporto está a 20 minutos en coche y el parking de la Pousada es gratuito.

A solo unos kilómetros de la Capital Europea de la Cultura, Guimarães, el Palacio do Freixo es un hermoso ejemplo del barroco civil portugués.

Mas información: Hotel/freixo-palacePorto