Panorámica actual de la localidad emergida de las aguas del embalse de Lindoso, después de estar cubierta 30 años
Son cientos las personas las que hace mas de un mes y de forma ininterrumpida que visitan y recorren las calles de Aceredo, una aldea del Concello ourensano de Lobios y que hace 30 años quedó sumergida bajo las aguas por la construcción del embalse de Lindoso, en Portugal. Algunos son o fueron vecinos de la zona, incluso habitantes que reviven su historia, otros turistas llegados de otros puntos de Galicia, del resto de España e, incluso, de la vecina Portugal.
Otra panorámica de Aceredo, la aldea ourensana que emerge por la sequía
El comentario mas repetido entre todos los que la visitamos, es el buen estado de conservación de las casas y elementos patrimoniales, que provoca la unánime sorpresa.
La fuente de Aceredo, donde brota agua de manera continua
La sequía ha dejado totalmente al descubierto lo que un día fue un pueblo en el que había 70 casas y más de un centenar de habitantes. Siempre que baja el caudal del río Limia, que surte al embalse, se pueden intuir esas construcciones. Pero poder llegar a caminar entre los caminos y calles que la conformaron es algo totalmente inusual.
Panorámica de Aceredo emergido
El bajo nivel de las aguas ha dejado al descubierto las casas, viñedos, cercados, una fuente y hasta un coche. También el viejo cementerio que se cubrió en su día con una plancha de hormigón. El furor por ver cuál es el estado de esta aldea y fotografiarse con ella de fondo ha llegado a provocar problemas de circulación en las proximidades, tal como el pasado fin de semana, que llegó a bloquearse la carretera de acceso.
Aceredo, coche estado actual
Energias de Portugal (EDP), la concesionaria del embalse, ya emitió un comunicado reclamando a los concellos ourensanos de Lobios y Entrimo que vigilen los accesos a las aldeas emergidas para evitar las visitas. Algo que no ha sentado bien a los alcaldes, teniendo en cuenta que los terrenos descubiertos por la ausencia de agua son propiedad de la eléctrica lusa. Ellos fueron quienes se los expropiaron a los antiguos vecinos y debieran ser los mas interesados en conservarlos, incluso en convertir en oportunidad lo que es una desgracia por la falta hasta ahora de precipitaciones lluviosas, aunque no todos están de acuerdo en que este sea el único motivo.
Durante la jornada diurna Aceredo es recorrido por numerosos visitantes interesados en su historia y pasado reciente, que Francisco Villalonga (segundo por la derecha) antiguo habitante de esta localidad, explica con detallada pasión
El caudal toca mínimos cada semana que pasa. El último informe de la Agência Portuguesa do Ambiente lo sitúa al 14 %, un nivel al que solo se aproxima un embalse ubicado al sur de Lisboa. EDP, controlada en un 21 % por China y solo en un 4 % por Portugal, justificó hace unos días que el nivel del agua en el Alto Lindoso responde a la ausencia de lluvias y al alto consumo de energía que obligó a aumentar la producción hidroeléctrica.
Aceredo quedó bajo las aguas por un acuerdo que en los años 50 firmaron los dictadores Francisco Franco y Antonio de Oliveira Salazar para la construcción del embalse transfronterizo de Lindoso. Un acuerdo que no se ejecutó hasta décadas después.
Un viejo lagar de Aceredo en muy buen estado de conservación
Fue el 8 de enero de 1992 cuando Aceredo quedó anegado por las aguas. Aquel día, la eléctrica lusa EDP decidió cerrar las compuertas de la presa y la intensa lluvia anegó en cuestión de horas el pueblo. Los vecinos tuvieron que salir apresuradamente de sus casas. Meses antes se habían llevado a cabo las expropiaciones, ante protestas e, incluso, huelgas de hambre. Además de Aceredo, otros cuatro pueblos quedaron sumergidos (Buscalque, O Bao, A Reloeira y Lantemil) bajo las aguas. En su conjunto se vieron afectados unos 250 vecinos.
La antigua carretera que conectaba Lobios con Portugal, en la aldea de Aceredo, anegada en 1992 para la construcción del pantano de Lindoso
La sequía que afecta a las cuencas gallegas por la ausencia de lluvias, obligó a la Xunta a declarar el pasado 7 de febrero el estado de prealerta en 12 de los 19 sistemas de abastecimiento, permite ahora volver a pasear por parte de las calles que un día quedaron sepultadas bajo las aguas
Aunque es visible casi todo lo que conformó la aldea, el nivel del agua embalsada ha empezado a subir, el paisaje que ofrece la parte alta del pueblo, que en su día fue demolido para que no fuese visto por encima del nivel de las aguas, recuerda a los visitantes las imagenes suministradas estos días de los daños causados por los bombardeos en Ucrania, viendo unas y otras, uno se pregunta cuan lejos puede llegar la humanidad en su autodestrucción por egoismo o estupidez
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