El Centro Riojano de Madrid celebra sus 120 años con una cata de Bodegas Riojanas

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  • El Centro Riojano de Madrid, uno de los pocos círculos regionales que perviven en Madrid, cumple 120 años. Un cumpleaños que ha celebrado, con toda la elegancia, el saber-hacer y, como no podía ser de otra manera, con una cata que ha honrado los excelentes vinos de Bodegas Riojanas. Estas últimas-casualidades de la vida- también celebraba su 120 aniversario de Viña Albina, con lo que la fiesta fue redonda.


Cata en el Centro Riojano


     El acto, presidido por José Antonio Rupérez, brillante presidente del Centro Riojano y alma del mismo, fue amenizado con las exquisitas explicaciones de Emilio Soto, enólogo y director técnico de Bodegas Riojanas, quien explicó cada matiz de los cuatro vinos presentados.


Josu00e9 Antonio Rupu00e9rez ( Presidente del Centro Riojano) a la izq. y Emilio Soto

José Antonio Rupérez ( Presidente del Centro Riojano) a la izq. y Emilio Soto


     Durante la presentación se puso de relieve la importancia de La Rioja, la comunidad autónoma más pequeña en España pero, posicionada en séptimo lugar en renta per cápita de todo el país. Y, esto, es gracias al vino. La importancia que tiene este sector vinícola como eje económico, social y humano hace de La Rioja, la región que, en el extranjero, representa mejor al vino español.


     Por eso, que mejor que el homenaje que el Centro Riojano de Madrid ha dedicado a los vinos de su territorio y a lo que significa la filosofía que entraña este producto. Las Bodegas Riojanas están íntimamente ligadas al Centro Riojano desde hace años. No solo por tener en común esos 120 años sino porque se han celebrado numerosas catas de esta bodega en él.


     Bodegas Riojanas tiene una larga historia. Esta mítica bodega de la ciudad “humanitaria” de Cenicero (así denominada por la valiente acción que realizó la población ante un dramático accidente que ocurrió hace años) tiene más de un siglo de vida. Incluso, consta en los archivos, un registro de la bodega desde 1799, en el que está inscrito el viñedo de la familia. Esta quinta generación actual continúa con el espíritu de amor al vino, pero también de renovación técnica y de modernización. Últimamente, se han externalizado a otras zonas como Toro, Rias Baixas, Rueda o Monterrey.


   La cata tuvo a cuatro vinos como protagonistas. El primero, Monte Real Blanco. Fermentado en Barrica 2020, está elaborado con las variedades viura (plantada durante los años 70 por la Bodega) y malvasía. Este vino procede de cepas viejas, de mucha madera que producen entre 5.000 y 6.000 kilos/ hectárea, optimizando, así, su calidad. Monte Real Blanco es un vino fermentado en barrica durante 5 meses con unas levaduras seleccionadas específicamente por la Bodega. Levaduras que en contacto con las lías producen un vino complejo, amarillo (por el uso de la madera de acacia), de aromas florales, frutales y de panadería. La maduración está hecha 50% en roble americano y 50% en roble francés. En definitiva, un blanco rico, fresco y lleno de matices.


     El segundo vino de la cata fue el tinto Viña Albina, selección 120 Aniversario 2020 de uvas tempranillo y garnacha. Situados en la zona alta del valle de Najerilla, los viñedos tienen entre 100 y 120 años. Hablamos de un vino resultante de un coupage de las dos variedades citadas. La garnacha, en un 50%, va a barrica de roble francés y aporta, fundamentalmente, a este vino, el componente aromático de fresas y frutos del bosque, mientras que el otro 50% es de tempranillo en barrica americana, de gran untuosidad. Destacan sus tonos violáceos. El resultado es un vino joven para consumir en el año, tal y como se hacía en los albores de la Viña Albina.


     Monte Real Cuvée 2018 es un tinto que se asemeja a los de la Borgoña Francesa. Es una especie de homenaje a aquellos enólogos franceses que trabajaron en el pasado en la Bodega, enriqueciéndola con su saber hacer. La zona de las vides se encuentra en El Monte. Son viñedos viejos, de tempranillo y 30% de graciano que resulta largo en boca, intenso de color y frutal. En resumen, un muy buen tinto potente y brillante.


     La cata finalizó con un broche de oro, gracias al Monte Real 125 Aniversario 2010. Mezcla de un viñedo viejo de 80 años y de uno joven de 5, el terreno, en el que se encuentra este último, es rico en arcilla y grava. De esta manera, el agua es absorbida y las uvas crecen pequeñas y muy intensas en aromas, color y sabores, teniendo características de viñedo viejo. 36 meses en barrica (ya usadas de tercer o segundo año para que no prevalezca la madera) hacen de este vino algo extraordinario. Un Gran reserva potentísimo de frutas y aromas intensos de cuero, tabaco, bosque, café torrefacto, cacao, entre otros.


Los cuatro vinos de Bodegas Riojanas de la cata

Los cuatro vinos de Bodegas Riojanas de la cata


Carmen Pineda 222

Autora: Carmen Pineda






120 aniversario del Centro Riojano de Madrid
120 aniversario del Centro Riojano de Madrid

Cata de blancos
Cata de blancos

Cata de tintos
Cata de tintos

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