Y acercarse a Palencia en una visita de horas o de fin de semana es vivir a fondo el espíritu castellano de arte y sabiduría con su estupenda catedral de San Antolín, la tercera de España por su volumetría, sus iglesias románicas, sus plazas con sabor vetusto, sus monasterios medievales, sus edificios de traza heráldica, junto a su Calle Mayor que vertebra la urbe y supone un espacio de paseo y animación.
La calle Mayor de Palencia, eje vertebrador de la ciudad
El cauce fluvial del Carrión ofrece enclaves verdes y de reposo y es zona de recorrido afectivo muy apta para los amantes del senderismo tranquilo. Sus puentes de diferentes épocas dan estilo a ese reducto de encuentro y paisaje, lo mismo que la bella dársena del canal de Castilla. Una obra de ingeniería del siglo XVIII y XIX para dar una salida al mar Cantábrico de la antigua Castilla y llevar el cereal y los productos agrícolas al norte del país.
Río Carrión, a su paso por Palencia
La llegada del ferrocarril dejó inconcluso este proyecto con una carga de notable romanticismo. Y entre arte y tradiciones, la ciudad del Carrión se muestra abierta al visitante con relevante oferta cultural y una gastronomía muy doméstica donde priman los productos de la tierra como la rica menestra de temporada y el cordero lechal churro. Dos propuestas que marcan el devenir culinario de esta capital castellanoleonesa. Y si hay que mencionar algún restaurante pues podemos señalar a Ajo de Sopas, San Remo, El Perejil y la popular Mejillonera, entre otros locales para el picoteo y el vino desenfadados repartidos por el centro de la ciudad como son los ubicados en el paseo del Salón.
Y un dato a tener en cuenta. La visita al Cristo del Otero, una escultura soberbia realizada en 1931 por el artista palentino Victorio Macho. Una obra de arte que sirve de atalaya sobre la ciudad, conocida turísticamente como "la bella desconocida". Una capital con mucha riqueza artística y cultural y que sigue haciendo historia avanzando sin desmayo con amabilidad desbordante hacia la modernidad.
Cristo del Otero, Palencia
Autor: Carlos Cuesta, Periodista.
Presidente de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET)
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