El Museo del Jurásico de Asturias, una mirada al pasado

     Hace millones de años la tierra costera asturiana estaba poblada de dinosaurios y en concreto dos concejos del oriente, Villaviciosa y Colunga albergan en sus cantiles vestigios de un tiempo lejano como son las icnitas de unos seres gigantescos que dominaban estos espacios playeros.  Y dentro de la costa de los dinosaurios destaca el Museo del Jurásico, un complejo didáctico y artístico donde está representada la historia de estos animales emblemáticos que dejaron impronta en un tiempo agarrado a millones de lunas. 

Dinosaurios, en el exterior de Museo

     El MUJA, como se le conoce popularmente, está ubicado en Lastres, municipio de Colunga en un lugar paradisíaco con vistas al mar y panorámicas privilegiadas. En este centro museístico, uno de los más visitados de la región, se puede observar una completa estructura que sirve para conocer como vivían estos animales extinguidos hace millones de años. Yacimientos y huellas están presentes en la popular playa de la Griega muy cerca del museo.

Playa de la Griega, Colunga, Asturias

      Y en esta costa de los dinosaurios tras disfrutar de un recorrido por la vida de esos saurópodos hay que acercarse al pueblo pesquero de Lastres, bello como pocos y pintoresco como ninguno. Por sus calles empinadas hay diferentes locales públicos para conocer a fondo la cocina de la mar entre otras suculencias de la variada y rica despensa asturiana. 

El pueblo marinero de Lastres, Asturias

     En Casa Eutimio, los pescados del Cantábrico que llegan a la rula local son de una calidad sobresaliente y su elaboración coquinaria suprema. Y si hablamos de conservas domésticas en esta casa está lo mejor con mayúsculas. Historia, esfuerzo y calidad es la filosofía del maestro cocinero Eutimio con el apoyo familiar. 

     En el bar El Puerto los guisos marineros rayan a buena altura como los arroces en variedades en paella. El Barrigón de Bertín, cocina avanzada con toque marinero y cuidada cocina, lo mismo que la taberna El Descanso con preparados domésticos y propuestas de siempre donde brillan el arroz blanco con calamares en su tinta y las frituras pescateras, así como carnes y guisos regionales. Y en estos entornos de los dinosaurios sólo hay que dejar volar la imaginación y descubrir la prehistoria entre los paneles del MUJA con estupendas recreaciones de dinosaurios, botellas de sidra, patrimonio natural y una gastronomía que envuelve al más exigente comensal. Y todo esto es turismo bien entendido.

Autor: Carlos Cuesta, Periodista. 

Presidente de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET)