Cuando ser peregrino estaba sujeto a la pena de muerte

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Luisgulin 1

    Durante mucho tiempo el concepto de peregrino estaba tabú entre los protestantes dado que el reformador Martín Lutero los había calificado como una obra de tontos. Para el Lutero no estaba garantizado que en Compostela esté enterrado el apóstol Jacobo (Jakob en el mundo germánico). “¿Quién sabe si no es solo un perro muerto enterrado allí? ¿O un caballo muerto?”. Lutero consideraba que la gracia de Dios no se puede adquirir a través de servicios, ni a través de pagos monetarios, ni a través de la oración religiosa, ni al ingresar a un monasterio, ni a través de peregrinaciones y peregrinaciones. Insistía que es mejor quedarse en casa y llevar una buena vida como cristiano. No se debería tirar el dinero por la ventana en estas peregrinaciones, sino ayudar al vecino que lo necesita. Lutero también criticó el carácter meritorio del peregrinaje, un acto de gracia.


       En la Edad Media floreció el comercio de indulgencia, la gente creía que podían salir del purgatorio donando dinero a la iglesia. Lutero se volvió contra esta práctica y esta imagen de Dios con sus 95 tesis, que fueron publicadas el 31 de octubre de 1517.


       No hay que obviar que en ese momento en tiempos de Lutero las rutas de peregrinos, entre ellas la del Camino de Santiago, estaban muy transitadas, y no solo por razones espirituales, sino también políticas. La Europa cristiana estaba enfrentada con el imperio otomano, y Santiago era considerada el Apóstol Matamoros, el santo de los ejércitos cristianos.


       En Noruega, los peregrinos entre los cristianos protestantes no solo estaban mal vistos, sino que también estaban estrictamente prohibidos en algunos lugares. A partir de 1537, los peregrinos incluso fueron condenados a muerte allí. En los países que se han vuelto protestantes, los peregrinos han sido entendidos tanto como algo sospechosamente católico. Las personas que han estado en el camino como peregrinos han sido acusadas de rechazar la nueva religión estatal y así también cuestionar la nueva unidad de la sociedad. En aquel entonces, la gente de todos los países opinaba que a un país solo le puede ir bien si hay una sola religión. Por tanto, la religión del gobernante debe ser también la religión del pueblo.


      Curiosamente en Noruega, en particular, existe una de las rutas de peregrinaje más antiguas, el llamado Olavsweg. El nombre del rey Olav II. Haraldsson (995-1030), quien se convirtió al cristianismo y cristianizó el país, la ruta de peregrinaje a su tumba se ha convertido en un imán para los peregrinos. Al menos hasta la Reforma Luterana: a partir de ahí, las peregrinaciones se convirtieron en delito punible. A principios del siglo XX, Noruega abolió la pena de muerte y en 1953 se levantó la prohibición de las peregrinaciones. El Olavsweg fue reabierto hasta 1997, siendo la ruta de peregrinaje más importante con alrededor de 2.000 peregrinos y excursionistas al año en Escandinavia.


       Por lo tanto, no fue hasta finales del siglo XX cuando que cambió la visión de los protestantes sobre la peregrinación y para que dejara de ser sospechosa de ser algo típicamente católico. La peregrinación volvió a ser popular en las iglesias protestantes, pero el enfoque está mas en el camino y no en el destino, el lugar santo. Tal concepto no existe entre los protestantes. Para ellos la peregrinación es un viaje en que uno camina para aprender algo sobre uno mismo y la propia relación con Dios, con los demás seres humanos, con el mundo.


      Hoy en día también hay rutas de peregrinaje ecuménicas en Austria, en donde la iglesia católica y protestante configuran juntas la ruta a seguir.

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