Este patrimonio es ahora parte del circuito turístico, lo que lo hace aún más enriquecedor y atractivo.
Entre las novedades se encuentra la creación de un mini museo compuesto por máquinas antiguas utilizadas en el proceso de elaboración del vino, incluida la fase de glaseado y etiquetado. Aquí, los visitantes tendrán la oportunidad de comprender los distintos pasos de este proceso y descubrir los métodos aplicados en la génesis de la producción del vino de Porto.
Una nueva área expositiva, basada en los archivos históricos de Burmester, es ahora otro punto de interés adicional en la visita, que revela material diverso como correspondencia, etiquetas antiguas, fotografías y diversos documentos que dan testimonio de la actividad de la compañía durante los últimos siglos.
“Como marca con casi 300 años de vida, Burmester tiene un archivo muy rico, lleno de historias que contar y que ayudan a entender cómo la marca evolucionó y conquistó su espacio, hasta convertirse en el referente que es hoy”, explica María. Manuel Ramos, director de turismo de Sogevinus. “Consideramos que aquí teníamos la oportunidad de valorar el pasado de la empresa y, en ese sentido, queríamos presentar a nuestra audiencia algunas de estas historias y curiosidades, que nos permitieron enriquecer la visita y hacerla aún más distintiva”, él dice.
Conocidas por su ambiente auténtico y tradicional, las bodegas Burmester también ofrecen a los visitantes la oportunidad de ver el ferry más antiguo del grupo Sogevinus, un objeto que data de 1883 y que fue ofrecido por el padre de Henriqueta Guedes a su yerno. Gustavo Burmester, como dote nupcial. Otros puntos de interés de la visita son el paso por las barricas donde se cría el vino de Porto, algunas de ellas con la rara particularidad de estar elaboradas en madera de castaño, en lugar de la tradicional madera de roble (que da un estilo distinto a los vinos). e donde es posible sentir un aroma único en el aire, provocado por la evaporación del alcohol a través de la madera, en un fenómeno conocido como “acción de ángel”.
Además de la visita convencional, también es posible programar visitas privadas que dan acceso a la histórica bodega, donde se guardan algunos de los vinos más carismáticos de la marca, y también a la terraza, lugar privilegiado para catas exclusivas. Aquí, los visitantes se sorprenden, no solo con una vista impresionante de Porto, sino también con la oportunidad de encontrar un trozo de la región del Duero en la ciudad, ya que aquí se plantan algunas vides que provienen directamente de Quinta do Arnozelo, la Quinta da Burmester ubicada en el corazón de la región del Duero.
El año pasado, las bodegas de vino de Burmester Porto fueron distinguidas con el premio “Travellers 'Choice 2020”, un galardón otorgado por TripAdvisor (considerada la plataforma turística más importante del mundo), que premia las atracciones turísticas favoritas de los visitantes. En 2019 recibieron un total de alrededor de 123.000 personas, situándolas entre las bodegas de vino de Oporto más visitadas de Vila Nova de Gaia.
Los recorridos por las bodegas de Burmester están disponibles en seis idiomas: portugués, inglés, francés, español, italiano y alemán.
Nota:
Debido a las obras de rehabilitación en curso en el piso inferior del puente Luís I, Burmester creó carteles de apoyo específicos para orientar a los visitantes en el acceso a las bodegas. Para los que vienen de Oporto, este acceso puede continuar haciéndose a pie, a través del pasaje previsto en el piso inferior del puente antes mencionado. Para el acceso del coche, se sugiere aparcar en el aparcamiento situado al final de la Rua General Torres, en Vila Nova de Gaia, a 60 metros de la entrada a las bodegas Burmester.
Escribe tu comentario