Parole, parole, parole

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Jacinto Seara 202

     Sin paliativos hemos asistido a la derrota de Occidente, especialmente de EEUU en una guerra que salvo en los últimos momentos no se reconoció como tal. Tuvimos meses para traer a todos los afganos que corrían peligro, se hizo cuando ya era muy tarde, muchos centenares de miles han sufrido y sufrirán otro de los grandes genocidios de los últimos años, los servicios secretos no funcionaron correctamente. Este, como el final de la última guerra mundial, va a significar un nuevo orden mundial, del que todo occidente es culpable. 


     Ahora nos encontramos con el hedonismo pusilánime y la islamización cada vez más influyendo en nuestra cultura, con China y Rusia que ante el repliegue de EEUU amenazan conjuntamente con el islamismo con una dictadura en una gran parte sometida a la sharía o ley musulmana. Quizás como escribió Benedicto XVI a una edad en la que tendremos que pasarlo mal, de la que saldremos, consecuencia se lo que hemos vivido en la huida humillante de Afganistán, dejando las armas en poder de los talibanes, que se las quitado al ejército que en teoría debería enfrentarse a ellos. Las consecuencias cómo acabo de escribir las predijo Benedicto XVI. Es un lugar estratégico desde siempre, por ello Gengis Kan lo quiso dominar, lo logró en parte. Ahora además es un lugar de los llamados tierras raras, es decir se encuentran minerales en abundancia que son imprescindibles en nuestra tecnología.


    Sólo hemos oído palabras. Algunos analistas predicen que la política occidental del hedonismo, nos va traer consecuencias negativas, la nueva potencia emergente China con Rusia y los apoyos islamistas de Pakistán, Irán, Siria y el Estado islámico dominarán el mundo. Confío en que los europeos como ya está sucediendo en algunos países lo eviten.


    Debemos sentirnos orgullos de los Geos, Guardias Civiles, militares y cuerpo diplomático, el embajador, aunque cesado fue el último en salir. Se repatriaron a todos los que nos fue posible. Además, la misión durante todo el lo que ahora se reconoce como guerra, ha sido impecable y más allá de lo exigido. Rindamos un gran homenaje real y recordemos con gran fuerza los que dejaron su vida, y también a los estuvieron allí. En mi opinión a nosotros no nos derrotaron ni nos rendimos, pagamos las consecuencias.

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