¿E ti de quén ves sendo?

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Sobrado 189X 200

     La pregunta que se formula como título de estas líneas, se traduce al castellano como ¿cuáles son tus orígenes?, ¿por qué has llegado a donde has llegado? y, en consecuencia, ¿a qué grupo perteneces? La pregunta que habitualmente se formula por los paisanos gallegos a quien llega y les aborda, es un checklist en toda regla, para verificar y analizar al recién llegado. En una palabra, para saber con quién nos jugamos las pelas.



    Quien escribe estas líneas, como gallego que sigue las buenas tradiciones, continúo haciendo esa pregunta. La experiencia me ha demostrado que es una buena herramienta para conocer los criterios de conformidad o disconformidad con la verdad de las manifestaciones científicas, políticas, jurídicas, etc.


     Estas palabras iniciales tienen relación con el debate actual sobre la sentencia del Tribunal Constitucional, declarando inconstitucionales ciertas normas relativas a la declaración y desarrollo del estado de alarma.


     Unos están a favor y otros están en contra de la sentencia, incluidos algunos miembros del Tribunal, especialmente alguno con más relumbrón. En consecuencia, yo no voy a entrar en un análisis de la sentencia que sí me he leído atentamente, porque excedería de un artículo periodístico y quizás fuese presuntuoso por mi parte.


     El debate se centra en dos principios contrapuestos, a saber: El imperio de la ley de la Revolución francesa o el fin justifica los medios de Napoleón Bonaparte, después de leer el Príncipe.


     Pues bien, si hacemos la pregunta inicial, veremos que los partidarios u opositores a la sentencia, sean catedráticos, abogados, jueces, etc., manipulan sus disquisiciones, con aparentes argumentos jurídicos, para presentar unas conclusiones que están destinadas exclusivamente a defender los intereses del grupo al que pertenecen y que les ha apoyado para llegar a donde han llegado, pues de otro modo no estarían donde están.


     Los que están a favor pertenecen a quienes defienden el imperio de la ley y los contrarios argumentan sobre la base de que el fin justificó los medios, es decir la inconstitucionalidad y por lo tanto un ataque a la democracia en toda regla.

Por mi parte algo sí tengo muy claro que no estoy conforme con quienes defienden la postura napoleónica, porque sin respeto a la ley no puede haber democracia.


      No soy monárquico pero sí estoy de acuerdo con quien escribió el discurso de Felipe VI, en la entrega del Premio Mundial de Paz y Libertad (2019), cuando dijo que sin respeto a la ley, no  hay convivencia, ni democracia, sino inseguridad, arbitrariedad. 

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