Por el buen camino para nuestros descendientes

|

Jacinto Seara 202

Nos vendieron la ‘Agenda 2030’ ampliada al 2050 diciendo que no merece seguir invirtiendo en coches, serán eléctricos o híbridos y no se podrán emitir más CO2 que el que se pueda capturar mediante los sumideros de los gases de efecto invernadero. El Gobierno español calcula que alcanzará el 39,5 % de eficiencia energética (Renovables) y el 100 % en 2050.


Todo ello se hace en nombre de la ciencia, y aunque los que promueven estas ideas estiman que la población pasará hambre y morirán 3.000-4.000 millones de personas por el ‘calentamiento global’, sin tener en cuenta que el Instituto de Potsdam situándose en el peor de los casos: “la producción podría aumentar incluso con un calentamiento de cuatro o cinco grados centígrados por encima de los niveles preindustriales”.


No dependeremos de los fósiles, salvo que lo deseemos, ni mucho menos de las llamadas energías renovables que precisan sin remedio de un respaldo de centrales alimentadas por fósiles. Al día de hoy no sabemos la tendencia que el clima va a tomar, conocemos que la mayor parte, por la historia y por los estudios, depende del sol y sus manchas, hoy en el sol no existen manchas por lo que es difícil predecir lo que va a suceder, se habla de una pequeña edad de hielo en los años treinta o de un calentamiento que sería de unos 0,8° C en el 2100.


La ciencia avanza contra la ’Agenda 2030’, así en Paris una flota de taxis se mueve con hidrógeno, existen estaciones de servicio donde se despacha hidrógeno lo mismo que gasolina o diésel. Es una realidad y no cambia prácticamente en nada los sistemas de producción y abastecimiento actuales, y no contamina. El procedimiento es el siguiente, en la producción el agua (H2O) mediante electrólisis deshace la molécula y se obtiene O2 y H2, este último es capturado, como lo es el CO2 de la industria, centrales… Mediante la fusión química de estos dos elementos H2+CO2 se obtiene el líquido o combustible sintético, también conocido como ’e-fuel’. Cómo en los taxis de París se puede despachar en las gasolineras, y lo utilizarán los automóviles, no emiten por el tubo de escape más que vapor de agua, neutro en carbono. Es un carburante para aviones, barcos, autobuses, camiones, trenes y cómo combustible energético. Es el camino del futuro.

Comentarios