El Torcal de Antequera (Antequera, Málaga) es un entorno único, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Recorrer el Torcal de Antequera fue una gran experiencia para nosotros que llevábamos tiempo queriendo hacer. En este artículo te contamos los detalles sobre las rutas en el Torcal de Antequera.
Parece una fantasía, un sueño febril, pero es muy real. No lo creó ningún artista desquiciado, sino la perseverante acción del tiempo y el agua sobre la roca. Es el malagueño Torcal de Antequera, un lugar con formas prodigiosas, inverosímiles, que desafían la lógica e invitan a liberar la imaginación.
El Paraje Natural Torcal de Antequera alberga una de las muestras más impresionantes de paisaje kárstico de toda Europa
Su historia empezó hace 200 millones de años. Andalucía Oriental no existía entonces, la cubría un gigantesco mar, habitado por mucho animales. Cuando estos morían, sus restos caían al fondo, donde se depositaban. Así sucedió durante 175 millones de años, un período suficientemente largo para que se acumularan grandes espesores de esqueletos, caparazones y conchas, ricos en carbonato cálcico, que acabaron compactados por su propio peso. Es decir, se solidificaron y convirtieron en rocas calizas.
El Paraje Natural Torcal de Antequera encierra una de las muestras más impresionantes de paisaje kárstico de toda Europa y, debe su nombre, a las dolinas o torcas, unas curiosas formaciones en forma de depresiones circulares.
En El Torcal predominan las calizas, rocas con más de 150 millones de años, formadas por sedimentos marinos muy sensibles a la erosión. La acción lenta pero continuada de la lluvia, la nieve y el viento sobre este material han moldeado este característico paisaje. Sus cuevas y simas configuran un entorno idóneo para la práctica de la espeleología. Algunas de ellas, como la del Toro y la Marinaleda I, albergan huellas de la presencia del hombre en el Torcal desde la Prehistoria.
Una de las ciudades más importantes de Andalucía, referencia constante en la historia, el arte, la política, la cultura o la economía de la comunidad andaluza. Es el municipio más extenso de la provincia, ocupado en su mayor parte por una llanura de tierras muy fértiles, en las que predomina el olivar y los cereales, rodeada por las Sierras de El Torcal y el Arco Calizo Central y en la que sobresale majestuosamente la Peña de los Enamorados, motivo de numerosos mitos y leyendas.
Antequera, Peña de los Enamorados
Antequera se extiende por la ladera de una colina al pie de la Sierra de El Torcal, en un entramado de calles de distinto carácter según las épocas, salpicadas de una innumerable relación de monumentos de interés: el Recinto Monumental de la Alcazaba, el Arco de los Gigantes, la Colegiata de Santa María, la Colegiata de San Sebastián, el Arco del Nazareno, el Palacio de Nájera, el Convento de San José, el Palacio de los Marqueses de la Peña, el Convento de Santa Eufemia, la Iglesia de Santiago, la Basílica de Santo Domingo, etcétera.
Alcazaba de Antequera
Y por supuesto un auténtico monumento de la naturaleza, El Torcal, verdadera maravilla natural, declarado espacio protegido por la Junta de Andalucía y cuya visita parece obligada.
Roca El Camello, en el Paraje El Torcal de Antequera-Patrimonio de la Humanidad
La explotación económica del Torcal fue tradicionalmente muy escasa, conservándose el medio ambiente sin alteraciones. Esa situación cambió a raíz de la revolución industrial, cuando tres frentes se abrieron de manera casi simultánea: el carboneo, que acabaría con los encinares; la extracción de rocas calizas desde diversas canteras; y un pastoreo intensivo. La comarca sufrió esas actividades hasta que, en 1989, la Junta de Andalucía declaró el espacio Paraje Natural. Su protección implicó la paralización de varias canteras y la prohibición de un pastoreo caprino muy lesivo para la vegetación.
La mejor manera de explorar el Torcal es, sin duda, a pie, dejándose embriagar por la fantasía. Existen varios recorridos senderistas bien señalizados. Unos se pueden seguir por libre; otros requieren la didáctica tutela de responsables de la reserva y se conciertan en el Centro de Visitantes Torcal Alto.
Entre los primeros, el más sencillo es la Ruta Verde, un itinerario circular con 1,4 km de longitud, que empieza y acaba en el Centro de Visitantes. A pesar de su brevedad, pasa por formaciones muy vistosas, como el Hoyo de la Burra, la Esfinge, el Indio o el Vigía. Merece la pena aproximarse al cercano mirador de las Ventanillas, levemente apartado de la senda.
También circular y sin restricciones, la Ruta Amarilla es una versión un poco extendida de la Verde: tiene 2,8 km, empieza y acaba en el Centro de Visitantes, y añade otras formaciones a las anteriores, como el Camello, la Jarra, la Grieta, el Burladero, el Púlpito o el Adelantado.
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