Aprendiendo de los errores

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Fernando Gonzalez

   Existe un consenso generalizado sobre que la tercera ola, con dramáticas consecuencias para Portugal y España, comenzó a fraguarse en el periodo navideño. Semana tras semana, las ascendentes malas cifras de muertos, hospitalizados y contagiados, aumentaban las posibilidades de repetir los cierres o restricciones que se habían realizado la primavera pasada en los diferentes pasos fronterizos hispano-lusos.  


   En aquel entonces, desde el 16 de marzo al 15 de junio de 2020, nuestro territorio galaico, tuvo abiertos con controles policiales de 24 horas, los pasos fronterizos de Verín-Chaves y el de Tui-Valença de Minho. A pesar de las insistentes movilizaciones de asociaciones y alcaldes de municipios fronterizos, sólo se consiguió que desde el 16 de junio al 30 de junio hubiera una apertura controlada adicional con horario limitado en los pasos fronterizos de Arbo, Salvatierra y Tomiño.


   El 31 de enero, se volvía a una triste, pero necesaria limitación de libertades de movimientos. En comparación con el año pasado, un mes después de la actual segunda reapertura de los controles y cierres, se repite lo de Tui y Verín las 24 horas de cada día. Además, en horarios de 07:00 a 10:00 y 18:00 a 21:00 horas de lunes a viernes, se han habilitado más prontamente los pasos fronterizos de Salvaterra do Miño, Arbo, Lobios, Baltar y Manzalvos. No obstante, el puente que une Vila Nova de Cerveira con Tomiño, continúa totalmente cerrado.


   En relación al paso de Tui que representa el 40% del tráfico transfronterizo ibérico, el Ayuntamiento tudense ha colocado dos buenas cubiertas de uralita con focos adheridos a los casetos de control. Con ello, se facilita la iluminación de la zona de chequeo y se resguarda de la lluvia a los Policías que comprueban la documentación de los conductores y pasajeros de los vehículos. Asimismo, a diferencia del año pasado, apenas existen retenciones y colas del tráfico procedente de Portugal. Gran parte de ese éxito, radica en un desvío habilitado para los camiones de mercancías que resuelve ese problema pasado, sin menoscabar un eficaz control del cumplimiento de los requisitos para entrar en España. En resumen, se ha conseguido una mejor organización con un menor perjuicio para los ya cansados trabajadores transfronterizos y transportistas.

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