Todas las geografías latinoamericanas conservan verdaderos tesoros. En una pequeña ciudad de Uruguay, Sauce (departamento de Canelones), hasta hoy se conserva un reloj en la Parroquia de la Sagrada Familia que ha acompasado los tiempos durante 160 años.
A tan solo 35 km de Montevideo, este sitio guarda los secretos de haber albergado por algún tiempo, a la familia de Artigas –Arnal, padres del héroe nacional, el oriental José Gervasio Artigas .La familia que dirigía esta hacienda solía pasar largas temporadas en este sitio. Décadas después, la Parroquia Sagrada Familia de Sauce fue erigida junto a lo que fue el casco de estancia de los Artigas.
La Parroquia de Sauce junto a la Comunidad ha restaurado el reloj de la Iglesia, que data de una antigüedad de 160 años, de origen alemán.
Parroquia Sagrada Familia de Sauce, Canalones (Uruguay)
Este reloj fue colocado en uno de los campanarios de la Parroquia, cuyas torres se demolieron hace aproximadamente 80 años, ya que presentaba peligro de derrumbe.
Las torres fueron desmontadas, y el reloj se desarmó, dejándolo abandonado en un lugar de la Parroquia, sin saber que generaciones futuras lo volverían a reconstruir.
Campanario Parroquia Sagrada Familia de Sauce
Pasaron 60 años, y al cabo de este tiempo se presentaron varios proyectos de reconstrucción y reparación que nunca llegaron a concluirse.
Pero gracias al afán de investigación e intensa gestión de compromiso con la comunidad del presbítero Renzo Siri, a mediado del año 2020 aparece un contacto con el señor Dardo Sánchez, relojero único en el país que trabaja en la restauración de varias reliquias y que le daría una esperanza de vida al reloj.
Las probabilidades de armarlo, arreglarlo y ponerlo en marcha eran enormes, y por lo tanto con el aval de la comunidad religiosa, del Obispo y del apoyo de todos los vecinos de Sauce, comenzaría una larga e importante labor de restauración.
Luego de una intenso trabajo de desmontaje, limpieza profunda, de organizar pieza por pieza y de trasladarlo al taller de Dardo y el Tornero, quienes con extraordinario talento y vocación se encargaron poco a poco de darle vida y magia.
Pero “no todo lo que brilla es oro”, el coste del proyecto era de u$s4500 y los rubros económicos no eran suficientes, ya que la Parroquia se ha autosustentado con los dispendios de las ceremonias religiosas y alguna ayuda benéfica de los ciudadanos.
En tan solo 3 meses, moviendo cielo y tierra para conseguirlo, se llegó a la cantidad requerida, ya que además hubo que corregir el espacio donde fue ubicado el reloj, porque las estructuras de la Parroquia son demasiado antiguas.
Es importante destacar, que hubo un trabajo minucioso y delicado, para que el funcionamiento del reloj trabajara en simultáneo con las campanas. Cabe destacar que las mismas fueron obsequio del Vaticano.
Fachada de la parroquia Sagrada Familia de Sauce, en Canelones (Uruguay)
Hoy por hoy, la comunidad de Sauce, disfruta de ver y escuchar esta reliquia funcionando, sintiendo el sonido peculiar de las agujas que parece que corren con el viento a cada hora de esta histórica y maravillosa ciudad, sabiendo que se logró entre todos más allá de su creencia religiosa.
Comentarios