Hubo tiempos peores

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Fernando Gonzalez

Si me pidiesen que recordara con dos palabras lo poco que llevamos de milenio, sin dudarlo les diría “Revolución tecnológica”. Google, Facebook, Wikipedia, You Tube, Whatsapp, Twitter, Instagram, Gmail, Amazon, Netflix, Hbo, Tik Tok, Movistar, R, Jazztel… si fuesen personas, podrían ser mis hijos por sus edades. No obstante, aparentan ser más antiguos por estar tan bien asentados en la vida cotidiana de millones de españoles. Resulta estupendo el acceso cómodo e inmediato a un sinfín de informaciones y contenidos audiovisuales. Sin embargo, esto puede provocar que pasemos demasiado tiempo enganchados a la televisión o a los medios de comunicación digitales, y que nos sobresaturemos con un constante y renovable bombardeo de malas noticias relacionadas con la importante crisis pandémica y económica que estamos sufriendo y cuyo daño no vamos a trivializar.


   Ahora bien, ¿acaso no se han vivido tiempos mucho más duros en el siglo XX?. Si sólo nos centramos en España, observamos que la llamada Gripe Española que se originó en EEUU, provocó que casi la mitad de la población se contagiase y que 1 de cada 75 españoles muriese entre 1918 y 1920, por ese virus que fue especialmente letal con la población comprendida entre los 20 y 40 años. En la actual Pandemia, a fecha de hoy, menos de un 10% se ha infectado y casi 1 de cada 500 ha fallecido por Coronavirus, siendo la gran mayoría personas de más de 65 años. Asimismo, en 1939 nos encontrábamos con 540.000 muertos provocados directa o indirectamente por la Guerra Civil española, y con el inicio de una profunda depresión económica que duraría hasta mediados de la década de los 50.


    Sería muy edificante que las nuevas generaciones profundizasen en el estudio de las épocas más adversas que la actual. Además, debemos realizar un análisis objetivo y sin histerismos sobre esta nueva situación. Si a las duras situaciones de restricciones de libertades, económicas y víricas que conocemos de primera mano, le añadimos la diaria sobreinformación sesgada y negativa, resulta fácil que entremos en un pesimista círculo vicioso que descuide nuestra salud física y mental. Esto empieza a reflejarse en un preocupante aumento del sobrepeso y obesidad facilitado por un lógico sedentarismo creciente. Asimismo, según varias fuentes estadísticas, el consumo de ansiolíticos y antidepresivos ha aumentado en nuestro Estado, alrededor de un 15% desde el comienzo de la Covid 19. Por eso, debemos procurar realizar paseos o deporte, evitar aislarnos socialmente, y aprender a desconectar del catastrofismo informativo que nos envuelve, valorando e indagando en otros muchos aspectos de la vida, distintos a todo lo relacionado con la actual Pandemia.  

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