El objetivo de Maquiavelo

Día tras día, las palabras test, positivos, hospitalizados, fallecidos…se repiten con cifras cambiantes de personas. Estadística económica por allí, estadística del Covid 19 por allá, cada año que pasa, uno observa que esta ciencia cobra más protagonismo en esta sociedad, y que políticos, medios de comunicación, empresas, instituciones… se aferran a ellas para motivar sus interpretaciones de los sucesos pasados, presentes y futuros. Es entendible, aunque no justificable, que diversos agentes sociales, utilicen fuera de contexto las diferentes estadísticas para su beneficio particular.

   Cuesta plantearse la mala fe cuando se trata de cifras mortales por culpa de esta dura Pandemia. Uno podría pensar que la diferencia de más de 20.000 muertos por Covid 19, entre las cerca de 70.000 muertes de exceso en España ofrecidas por el Instituto de  Salud Carlos III, y las casi 50.000 anunciadas por Fernando Simón, se debe  a la cantidad  de personas fallecidas a consecuencia de sus tratamientos u operaciones suspendidas  por el colapso hospitalario provocado por el Coronavirus, y al número alto de defunciones por Covid 19 que no fueron registradas como tales por diferentes motivos. Sin embargo, desde el 24 de noviembre al 4 de diciembre, los informes del Coordinador acumulan 3121 decesos frente a los 1686 del Instituto. ¿A qué motivo responde esta probabilísima manipulación al alza de las cifras gubernamentales? ¿Podría ser para ir rebajando artificialmente la gran diferencia de 20.000 óbitos? ¿Se buscaría infundir temor a la sociedad para que las personas no relajen las medidas de seguridad frente a este peligroso virus?

    Progresivamente, se nos bombardea con más “fake news” y menos información veraz. El problema, se agiganta cuando las instituciones públicas y privadas aumentan el falseamiento de los datos numéricos utilizados para deducir conclusiones. El gobierno podría justificarse en la célebre frase de Maquiavelo: “El fin justifica los medios”, es decir, el fin de atemorizar un poco más a la población para que siga con precauciones, justificaría una actual manipulación de cifras.  ¿Transparencia o trampas bienintencionadas? ¿Qué preferiría la mayoría de la sociedad española?