Finisterre

Existen tierras asoladas que consiguen reponerse tras la devastación, y existen tierras que aprenden a convivir con ella.

Y Galicia se encuentra entre las segundas. Maltratada a lo largo de la historia, no consigue ponerse en pie tras el golpe previo, y se empeña en tropezar década tras década, con la misma piedra, viendo como el escollo, se va haciendo más grande.

Cubierta con la “negra sombra” de la emigración, pierde talentos por tierra, mar y aire, a la par  que el envejecimiento demográfico latente, no hace sino que engrosar las visitas al camposanto.

Tierra rica en gastronomía y patrimonio, siempre deja para después el potenciar sus entrañas, mostrando tan solo un ápice de su abundancia y alardeando de sus miserias, todavía con resquicios de un chapapote que solo el pueblo se dignó a depurar.

Me duele mi tierra. Me duele su sanidad endeble, el deterioro de la educación pública, las insignificantes pensiones de nuestros jubilados, el vacío del rural, la falta de oportunidades, el olvido de nuestro patrimonio, la negrura del monte quemado, la escasez de relevo generacional, la manipulación caciquil. Me duele el olvido.

Pueblo luchador  que se ha acomodado en la desmemoria, opacado y hundido, que no desmiente estar abocado a ser un dominio de segunda.

Galicia necesita un nuevo “Rexurdimento”. Recuperar el fervor de Castelao, de Valle-Inclán, de Rosalía…y poner en valor no solo nuestra “mater lingua”, sino todo lo que nos define. Porque desde fuera la morriña tira, y ¡cómo se echa de menos el verde o el "petricor" de la primera lluvia tras el verano! 

Hemos vuelto a tropezar, pero aun estamos a tiempo de levantarnos. Y con más fuerza que nunca.

Ojalá no tener que salir, para darnos cuenta de lo que tenemos dentro. Ojalá no seguir conformándonos con ser el finis- terrae en todos los aspectos. Porque hemos vuelto a tropezar, pero aun estamos a tiempo de levantarnos. Y con más fuerza que nunca.

Ojalá aprendamos a saber poner en valor nuestra esencia. Así lo afirmaba Eduardo Pondal en su poema “Os Pinos” (himno de Galicia): “…esperta do teu sono, Fogar de Breogán…”.