Un hotel alemán rechaza clientes con sobrepeso

El Beachhotel Sahlenburg cerca de Cuxhaven  no quiere tener huéspedes con sobrepeso. Teme que las personas con sobrepeso puedan dañar sus muebles de diseño.

Mapa de la ubicación de la ciudad de Cuxhaven

Cuxhaven es una ciudad en la desembocadura del río Elba en el Mar del Norte en la región de la Baja Sajonia y es un lugar de vacaciones muy popular. Tiene casi 50 mil habitantes y es el spa marino más grande de Alemania.

El Beachhotel Sahlenburg es un hotel de diseño. Eso queda claro cuando te paras en la recepción: sillas elegantes, delgadas y de madera lacada, sofás caros, viejos pero recién restaurados. Los clientes antes de reservar deben tener en cuenta la siguiente información relevante en el sitio web del hotel: "Por razones de responsabilidad, nos gustaría señalar que el interior del hotel no es adecuado para personas con un peso corporal de más de 130 kilos".

Salon comedor, del Beachhotel Sahlenburg diseñado por su propietaria Angelika Hargesheimer,

La razón de esta indicación en la página web se basa en que la cama de un dormitorio no había resistido a un cliente con más de 130 kilos de peso. Otros clientes con esa problemática se habían quejado que no podían entrar en las duchas por ser pequeñas para su volumen corporal o que se no estaban cómodos en las butacas de las habitaciones a la hora de desayunar al no tener espacio en ellas.

Sala de estar, Beachhotel Sahlenburg, con amplia biblioteca diseño de su propietaria Angelika Hargesheimer

La propietaria del hotel, Angelika Hargesheimer, no ve discriminación en su concepto de hotel. Por el contrario, ella defiende este enfoque de admisión y cita las sillas de diseño en el vestíbulo como la razón: "Si una persona que pesa más de 130 kilos se sienta sobre ellas, está sentado allí con una nalga y la silla no dura mucho". Y dado que no quiere cambiar nada en las instalaciones, solo quiere prescindir de cierto grupo de clientes.

Angelika Hargesheimer no quiere tener invitados obesos en su hotel de playa 

Además de las personas que pesan más de 130 kilos, los niños tampoco son bienvenidos en el hotel, y está estrictamente prohibido fumar. El hotel tampoco tiene eliminación de barreras, por lo que las personas en silla de ruedas o con discapacidad  no pueden irse de vacaciones aquí.

Excluir a las personas con sobrepeso al menos no está prohibido, ya que la Ley alemana de Discriminación no toma una posición específica sobre el tema del peso corporal, por lo tanto los hoteleros tienen  mano libre sobre este punto.