Panorámica aerea de Equihen Plage
Equihen Plage, situado en la costa del norte de Francia, es un pequeño pueblo costero con una población de alrededor de 3.000 habitantes. Hasta principios del siglo XX, Equihen Plage era un pueblo de pescadores con un puerto en el que los barcos de pesca se echaban al mar deslizándose sobre troncos.
Aunque pueda parecer lo contrario, eran los que poseían mayores recursos dentro de las familias más desfavorecidas, quienes podían permitirse retirar un bote para tal fin, que al fin y al cabo resultaba más barato que construir una casa tradicional.
Hoy en día, el pueblo es famoso por sus muchas casas-barco localmente conocidas como “quilles en l’air”, las cuales sirven como alojamiento único para los viajeros. Las casas se componen de un barco al revés.
Modernas casas-barco en la actualidad / foto Bertrand Hodicq en Wikimedia Commons
En el reciente pasado, no era raro encontrar barcos en posición vertical e invertidos a lo largo de la costa después de haber sido arrastrados hasta la orilla por fuertes corrientes y posteriormente haber sido utilizados como habitaciones.
En Equihen Plage, los barcos viejos que el mar arrastró hasta la orilla tienen un cometido. Los cascos de los barcos se han convertido en los techos de las viviendas, mientras que en los lados de la embarcación, se recortan ventanas y puertas para poder acceder al interior y permitir la entrada de aire y luz.
La longitud total de la embarcación sirve como una sola habitación, lo suficientemente grande como para cocinar y dormir.
urante la Segunda Guerra Mundial, casi todas las casas-barco fueron destruidas, pero su legado perduró. En la década de 1.990, cerca de sesenta años después de su desaparición, el pueblo Equihen Plage decidió revivir la antigua herencia y erigió varias casas-barco, precisamente en el mismo lugar donde una vez estuvieron las antiguas, sobre los acantilados cercanos a la bajada a la playa, equipadas con modernas instalaciones para atraer a los turistas.
La única casa-barco que sobrevivió a la guerra / foto Joel.herbez en Wikimedia Commons
Estos pequeños albergues son originales, acogedores y estupendos para disfrutar del mar y la cultura pesquera francesa. Los que están destinados al turismo, cuentan con instalaciones de baño, cocina y dormitorio en el mismo espacio, además de estar decorados al más puro estilo náutico.
Aspecto exterior e interior de estas casas singulares en la actualidad
En ellos, es posible pasar cada noche por precios de 300 euros en adelante; quizá bastante caro para la mayoría de la gente, pero sin duda una experiencia que vale la pena, tanto como quedarse en cualquier hotel de cinco estrellas.
No es el único sitio donde se pueden ver estas curiosas construcciones. En Gran Bretaña, Escocia y otros lugares de Francia existen ejemplos aislados de viviendas construídas de manera similar. En Sizun, en la Bretaña francesa, está quizá la más impresionante de todas, construída con un barco de 30 metros de largo, 15 de anchura y 7 de alto.
Fuentes: www.ville-equihen-plage.fr / equihenplage.opalenet.fr / en.patrimoine-de-france.com / Wikipedia
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