- Contratar una casa o apartamento por internet tiene muchas ventajas: suele ser más económico, permite compartir la vivienda con familiares, amigos. Sin embargo, también a veces surgen problemas, incluso posibles estafas, cada vez más frecuentes, como las que la Policía Nacional ha descubierto estos días en Madrid y Cádiz.

OCU advierte que desde que se ha generalizado el uso de plataformas de alquiler de viviendas para las vacaciones, las reclamaciones y demandas están siendo cada vez más frecuentes y se descubren nuevas fórmulas que los defraudadores utilizan para engañar a los usuarios.
Algunas de las estafas más comunes que se producen en el alquiler vacacional son:
- El pago por adelantado: el estafador ofrece algún beneficio a la víctima a cambio de que transfiera el dinero al margen de la plataforma donde se anuncia la vivienda.
- Phishing (suplantación de identidad): el estafador envía un correo electrónico o enlace que, a primera vista, parece de la plataforma o de otro sitio de confianza. Estos mensajes tienen como objetivo engañar a la víctima mediante la petición de información confidencial, como contraseñas u otras direcciones de correo electrónico. De esta forma, introducen un malware, software malicioso que accede al equipo para hacerse con información confidencial.
- Demasiado bueno para ser verdad: el estafador pide a la víctima que haga una transferencia bancaria o que efectúe un pago por adelantado para poder asegurarse la reserva de una vivienda que resulta muy atractiva por ser de gran calidad a un bajo precio. El estafador se queda con el dinero sin haber proporcionado el alojamiento prometido y desaparece sin dejar rastro.
Ante esta situación, OCU recomienda que antes de contratar una vivienda vacacional por internet se tengan en cuenta estos 10 consejos:
- Comparar los precios y condiciones de distintas páginas web. Los precios más bajos suelen ir ligados a una menor flexibilidad y a condiciones más reducidas.
- Leer siempre las condiciones y recomendaciones de las plataformas de alquiler de alojamiento vacacional.
- Comunicarse siempre a través de la plataforma y no transferir nunca dinero desde fuera de la página o de la aplicación. OCU recuerda que, si el consumidor decide obviar al intermediario y contratar directamente con el propietario, el usuario perderá la garantía y la plataforma no se hará cargo de la reclamación en caso de que exista algún problema.
- Desconfiar de alquileres con precios por debajo del mercado y de aquellos anuncios que ofrezcan casas espectaculares a precios demasiado bajos.
- Comprobar la veracidad del anuncio a través de otras fuentes: comentarios de otros usuarios, comprobación del lugar en Google Maps o aplicaciones similares, llamadas y preguntas al propietario por servicios concretos en la zona (restaurantes, actividades varias…). Si la información que dan es vaga, desconfiar.
- Realizar el pago por un medio seguro que proponga la plataforma y que permita dejar un rastro del pago. Tarjeta, Paypal o transferencia bancaria. En este último caso, debemos comprobar que el titular de la cuenta es el mismo que el de la vivienda que se alquila.
- Si decidimos alquilar directamente con una persona física, antes de firmar el contrato o hacer la reserva se debe contactar previamente con el anunciante (a ser posible por teléfono) para confirmar su identidad y aclarar todo aquello que genere dudas.
- No pagar todo el importe por adelantado, sino intentar que sea la menor cantidad exigida y el resto a la llegada, cuando se haya comprobado que todo es tal y como se indicó en el anuncio.
- Conservar una copia de la reserva o señal. Y en caso de que se solicite una fianza, detallar claramente el concepto, las condiciones de su aplicación y que se prevea su devolución. Lo ideal es que se incluya un inventario y el estado en el que se encuentra, que debe ser comprobado antes de firmar el contrato.
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