“Las Cruces de Mayo” comienzan el 30 de abril por la noche

Los mayos, cultura popular, flores a la cruz y “Convidá” a los visitantes en un lugar de la Mancha

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Llega mayo, el mes de las flores, y el calendario se llena de festejos y tradiciones muy especiales. Si quieres participar de una fiesta popular considerada entre las más singulares de España, tu lugar este mes está en Socuéllamos, en Ciudad Real. Sus famosas Cruces de Mayo es una de las fiestas más conocidas de Castilla la Mancha, que ha perdurado al tiempo con gran devoción e implicación de los vecinos, que abren sus casas para disfrute de los visitantes.

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Cruz típica de Socuellamos que se muestra en una casa particular durante toda el mes de mayo 


Ubicada en el corazón de las tierras de Don Quijote, Socuéllamos se encuentra al noroeste de Ciudad Real, limitando con Albacete y Cuenca. La opción ideal para una short break desde Madrid, Levante, Andalucía o Extremadura y su fiesta de las Cruces de Mayo una excusa perfecta para descubrir la localidad, de gran interés turístico, sobre todo para los amantes del vino.

La excusa perfecta para una escapada a Socuéllamos 


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Los cantos del Mayo a la Cruz y la Virgen se celebran en Socuéllamos desde hace siglos. El arranque de los Mayos coincide con el Puente de Mayo, siendo la excusa perfecta para organizar una escapada. Los festejos empiezan en la noche del 30 de abril, cuando los mayeros comienzan su periplo desde la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, donde interpretan el Mayo a la Virgen, por las Cruces de la ciudad. Éstas han sido previamente elaboradas por los vecinos, asociaciones y entidades de la localidad, ornamentadas con tules, encajes, tomillo, romero, flores e imaginería, ensalzando la figura de la Cruz, que unas veces es de madera y otras hechas de flores.

Los propietarios de las casas particulares donde se ubican las Cruces abren las puertas de sus hogares durante todo el mes, para que cientos de personas las visiten, canten los mayos y tomen la “convidá”, a base de dulces tradicionales, zurra y vino, manteniendo así viva una de las fiestas más arraigadas de la comarca y muy buscada por visitantes de todos los rincones. Sobre los mayos, los historiadores creen que las letras de estos cánticos podrían pertenecer a fragmentos literarios de un Auto Sacramental de la Edad Media.

Este año son once las Cruces repartidas por todo Socuélllamos. La guía de los “Mayos 2018” se puede conseguir de forma gratuita en la Oficina de Cultura (ubicada en el Centro de Arte Carmen Arias), en el Museo Torre del Vino y en todas las casas de la localidad donde se han vestido Cruces.

Una escapada a Socuéllamos


Situada en el centro de la Castilla La Mancha, con un Museo del Vino vanguardista, un mar de viñas compuesto por 27.000 hectáreas de viñedo y 13 bodegas de primer nivel, Socuéllamos simboliza los valores de una tierra que tiene en su particular apego al mundo del vino y en El Quijote sus mejores representantes dentro y fuera de España.

El Museo Torre del Vino de Socuéllamos es una visita obligada en la Mancha, por tratarse de un museo único en la región y un referente a nivel nacional. En él se puede disfrutar de una forma lúdica e interactiva del mundo del vino y participar en un intenso programa de actividades para todos los públicos, con especial atención a los niños.

Fachada Museo Torre del Vino

Fachada del Museo Torre del Vino


Junto al museo, la localidad ofrece una variada oferta enoturística repartida en trece bodegas que suman 26.843 hectáreas de viñedo. Desde la más pequeña y familiar hasta las grandes instalaciones con la última tecnología, en todas ellas se producen esos vinos tan especiales que hacen de Socuéllamos un destino ineludible de la DO. La Mancha.


Socuellamos viñedo

Viñedos de Socuellamos


Junto al vino, la historia de la ciudad está íntimamente ligada al ferrocarril (no en vano el museo se ubica dentro de la antigua estación de tren) y la Orden Militar de Santiago. Un paseo por el casco antiguo de Socuéllamos permitirá admirar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, cuya torre-campanario es uno de los emblemas de la ciudad, el antiguo Ayuntamiento, con el antiguo escudo de armas de la villa y la Casa de la Encomienda, con blasones en la fachada de Antonio de Mendoza, virrey de Méjico y Perú.

Si hablamos de comer en Socuéllamos, hay que hacerlo de platos aparentemente sencillos, pero con personalidad, que de nuevo hablan de tradición y de sabor especial de las costumbres de antaño. Las gachas manchegas, las migas, el gazpacho manchego, el pisto o la caldereta de cordero están entre sus manjares más representativos



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Puesta de sol en Socuellamos

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