la ironía gallega, una habilidad frente a los Caminos globalizadores

Caminos... de vuelta

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Antonalonso

Decía Sir Arthur Conan Doyle, creador del famoso detective Sherlock Holmes: “Perfecto es quien vive sin enojos y muere sin quejas”. Difícil meta la que propone Sir Arthur, aunque no deja de ser interesante alcanzarla, pues casi nunca lo valioso es fácil. Eliminando el “desasosiego”, que diría José Saramago, tratamos de ser constructivos y de no seguir instalados en la querella permanente, de conseguir centrarnos en lo que queremos y no en lo que no queremos, de atraer más cosas para disfrutarlas y no más males, de responsabilizarnos de nuestros actos y decisiones sin echar balones fuera, de vivir más armónicos. En resumen, de tener más momentos felices y a la vez añadir al mundo optimismo, esperanza y confianza. 


Nos ha tocado vivir una época en la que ni la globalización ni el comercio se pueden detener. Son la única forma de disolver las guerras. No obstante, ésta, la globalización, deber ser inclusiva; es decir, que todos tengan las mismas oportunidades. Quizá una de las teorías más reconocidas sea la idea de que un alto cociente intelectual no es suficiente para triunfar en lo que ahora se llama “¡ El mercado !”. Tampoco está en el cociente emocional, sino en lo que se determina como cociente afectivo, algo que las máquinas nunca podrán desarrollar. Se trata, entre otros valores, "del ansia de justicia, la creatividad para solventar retos, la capacidad para empatizar con el resto y la sabiduría para saber responder de forma inteligente”.


Otra de las habilidades que van a convertirse en indispensables en el entorno vital de los próximos años es la capacidad para aprender de los errores: “No importa lo inteligente que seas, aprende de ellos”. Los fallos están para compartirlos con el mundo y para que el resto también pueda sacar algo provechoso de ellos: Si quieres triunfar, debes aprender de los errores de otras personas, no de las historias de éxito.


Aprendamos de los clásicos, ellos nos guian por el buen camino. Sócrates, por ejemplo, fue uno de los filósofos más influyentes de todos los tiempos. Sus escritos no son sólo fuente de inspiración, sino que nos harán cuestionar la vida de una manera única. 


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Apreciaba mucho la vida gracias a su agudo sentido del humor desprovisto de amargura o cinismo. ¿Qué puede aportarnos Sócrates, en medio de una concepción materialista de la existencia y un culto al ego tan desmesurado?


He aquí 24 de sus más célebres:


1) “La única sabiduría verdadera está en saber que no sabes nada”.


2) “La vida no examinada no vale la pena vivirla”.


3) “Hay solo un bien, el conocimiento, y un mal, la ignorancia”.


4) “No puedo enseñarle nada a nadie. Solo puedo hacerlos pensar”.


5) “Sé amable, porque todos los que te encuentras están librando una dura batalla”.


6) “Las mentes fuertes discuten ideas, las mentes promedio discuten eventos, las mentes débiles discuten personas”.


7) “Por cualquier medio, cásate; si consigues una buena esposa, serás feliz; si consigues una mala, te convertirás en filósofo”.


8) “Quien no está satisfecho con lo que tiene, no estaría satisfecho con lo que le gustaría tener”.


9) “Si no consigues lo que quieres, sufres; si consigues lo que no quieres, sufres; incluso cuando consigues exactamente lo que quieres, igual sufres porque no puedes aferrarte a eso por siempre. Tu mente es tu predicamento. Quiere ser libre de cambio, libre de dolor, libre de las obligaciones de la vida y la muerte. Pero el cambio es ley y ninguna cantidad de pretensión alterará esa realidad”.


10) “A veces ponemos paredes no para mantener a las personas fuera, sino para ver a quién le importa lo suficiente para romperlas”.


11) “El asombro es el principio de la sabiduría”.


12) “Para encontrarte a ti mismo, piensa por ti mismo”.


13) “La educación es la leña del fuego, no el relleno de un recipiente”.


14) “Conócete a ti mismo”.


15) “Deja que quien movería al mundo se mueva a sí mismo primero”.


16) “El secreto de la felicidad, verás, no se encuentra en buscar más, sino en desarrollar la capacidad de disfrutar menos”.


17) “El secreto del cambio es concentrar toda tu energía, no para luchar contra lo viejo, sino para construir lo nuevo”.


18) “No soy ateniense o griego, sino un ciudadano del mundo”.


19) “Prefiere el conocimiento sobre la riqueza, porque uno es transitorio, el otro perpetuo”.


20) “Entender una pregunta es la mitad de la respuesta”.


21) “La verdadera sabiduría nos llega cuando nos damos cuenta cuán poco entendemos sobre la vida, nosotros mismos, y el mundo a nuestro alrededor”.


22) “Es rico el que está satisfecho con menos, porque la satisfacción es la riqueza de la naturaleza”.


23) “Ser es hacer”.


24) “La mente lo es todo; en lo que piensas te conviertes”.


Si Sócrates era el maestro de la ironía al decir eso, ¿Es la ironía un recurso retórico o un concepto práctico, una forma de vida, incluso?


También nosotros debiéramos unirnos a Sócrates en la busca de "cómo se debe vivir". Examinar las formas en que Sócrates vivió su vida y encarnó su ironía socrática puede todavía animarnos en nuestra propia búsqueda de cómo debamos vivir nuestras vidas. A fin de cuentas, solo mediante las decisiones existenciales propias podrá alcanzarse esta vida irónica. «He de experimentarlo por mí mismo».

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