Finisterre: La Costa desconocida

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Se halla en el fin de la tierra, que dirían los romanos que la bautizaron con FINISTERRAE, pero hasta llegar a ese emblemático punto geográfico, nos topamos con lugares, paisajes y gentes imposibles de encontrar en otro lugar


Finisterre


Desde Santiago de Compostela llegamos a la ría de Muros y Noia, donde las playas comienzan a mostrar la pureza de sus aguas cristalinas. 


Carnota


Desde Carnota, la playa más larga de Galicia, con el mar de Lira que cantaron los poetas como Fernández Naval, llegamos a O Pindo, donde el mar, que sigue siendo un palabra sin horizonte, muestra su bravura y quietud en la abrupta cascada final del río Xallas. Rodeado de pueblos de pescadores, sus pequeños puertos nos evocan los sonidos de las sirenas, de los barcos y del trasiego de redes, nasas y aparejos.


Muxa


Así, lo que pudiese parecer la llegada al fin de la Tierra, ha de ser el comienzo de un descubrir lo insólito, lo natural e inmaculado paraíso terrenal. Y al final del día, en el ocaso del Sol poniente, un sinfin de miradas contemplan la belleza del último rayo de luz del día.

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