El vino como filosofia

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Pablo Álvarez con los nuevos vinos de BdR&VS


El vino es un gran imán. Artistas, cineastas, diseñadores de moda, banqueros, empresarios de los más diversos sectores se sintieron atraídos por ese milagro que se fragua en las bodegas por las razones más dispares. De los ejemplos que podríamos enumerar hay casos de éxito y de fracaso en prácticamente todas las denominaciones de origen: de España y de los principales países vinícolas del Mundo.


Pablo Álvarez perfila un modelo que no se puede encuadrar en ninguna esas categorías. Él entró en mundo del vino nada menos que con Bodegas Vega Sicilia que es tanto como decir el Pórtico de la Gloria de este singular sector a caballo entre la agricultura y la alquimia. Empezar desde arriba puede parecer un golpe de suerte, pero lo cierto es que pone muy difícil cualquier acción con la que se quiera dar continuidad. Siempre se esperará que supere la marca anterior, como los atletas que baten un récord.


Pero él encontró la fórmula: hacer del vino un modelo de negocio ejemplar. Tan ejemplar como la marca de la que era consejero delegado. Primero fue Alión en la misma Ribera del Duero. Luego Tokaj Oremus en una de las denominaciones de origen más míticas de los vinos europeos. Más tarde llegó Pintia en Toro y ahora Macán. Cada una de esas bodegas se mueve de manera independiente, son modélicas iniciativas en las que cada marca, cada vino tiene su propia personalidad, pero tras ellos subyacen los mismos principios y los mismos valores: sentido de la responsabilidad social, respeto por el medio ambiente, exquisito cuidado con el capital humano y una relación muy estrecha con los clientes.


Pablo Álvarez ha hecho del vino, no un instrumento de negocio, de ganar dinero, sino una filosofía de emprendimiento que desarrolla desde hace casi treinta años, con gran dedicación y mucha discreción. Así se explica que cualquier proyecto que pone en marcha sea un éxito seguro.

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