¿A que sabe el vino de Trump?

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Esa pregunta la lanzó el presidente Obama hace algunas semanas en un mitin en Dallas. “Ustedes saben que ese vino es como el de a cinco dólares. Le pegan una etiqueta. Le cobran a uno 50 dólares y dicen que es el mejor vino que ha existido", afirmó. 


Consultando la página web de la bodega http://www.trumpwinery.com/ realmente quien figura como director general es su hijo Eric Trump y resaltan en la web que “Trump Winery es una marca registrada de Eric Trump Wine Manufacturing LLC, que no es propiedad ni está dirigida ni relacionada con Donald J. Trump, su organización o sus afiliados”. De todos modos el que se empleó a fondo para adquirir la bodega en el año 1999 fue el propio magnate y candidato presidencial, pagando en una subasta 6,2 millones de dólares, una décima parte de su valor real, siendo su anterior propietaria Patricia Kluge, ex mujer del multimillonario John Kluge y gerente de la Kluge Estate Winery and Vineyards.


La bodega se ubica en una superficie de mas de 526 ha, en Charlottesville en el estado de Virginia de la coste este americana, a poca distancia de Thomas Jefferson Monticello considerado la cuna de la viticultura estadounidense. 


Las bodegas Trump abrieron sus puertas al público en el año 2011 y cuenta en su propiedad con un hotel de 45 habitaciones para organizar eventos de toda índole, siendo los más demandados los enlaces nupciales. También para los visitantes a diario existe la posibilidad de asistir a un club o escuela de cata para comprobar la calidad de los vinos tintos, blancos, rosados y espumosos cuyos precios suelen oscilar entre 16 a 50 dólares.


Según el enólogo de la bodega, Jonathan Wheeler, la situación climática del estado de Virginia es similar a la de Burdeos en Francia, y la pretensión es mezclar características de ambos mundos, de la vieja Europa y de América.

 

Para los mas expertos, los vinos tintos Trump, son vinos afrutados con taninos redondos, al estilo meritage, que se hacen como el tinto de Burdeos pero sin infringir la denominación de origen legalmente, mientras que los blancos, con variedades Sauvignon Blanc, Chardonnay y Viognier, se caracterizan por ser frescos con una acidez marcada y con un retrogusto a frutas de hueso (melocotón, albaricoque, ciruelas...). Los espumosos se elaboran según el método tradicional del champán francés.


Los críticos estadounidenses en sus calificaciones a los vinos de Trump no le suelen dar notas mas altas, mas bien se ubican entre 82 a 87 puntos, por lo tanto la bodega Trump tiene mucho que hacer para alcanzar parámetros de calidad.

Como anécdota, el anterior propietario, Kluge Wines, fue el vino oficial en la cena de pedida de mano de Chelsea Clinton, hija de la probable candidata demócrata a la presidencia de los EE.UU, Hillary Clinton.


El interés de la familia Trump por los negocios del vino puede explicarse, aparte de la vena empresarial y financiera, con los ancestros alemanes del magnate. Su familia, de origen alemán, procedía del pueblo vitivinícola de Kallstadt (1.200 hab.) ubicado en la ruta del vino alemán (Deutsche Weinstrasse). Su abuelo, Friedrich se fue en 1885 con 16 años a buscarse la vida a Estados Unidos y seguro que se encontró por el camino a otro hijo ilustre del pueblo, Heinz, creador del imperio del kétchup, cuyos descendientes visitan a menudo sus raíces y colaboran en proyectos culturales. De los Trump en Kallstadt, hasta hoy, siguen sin noticias.

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