El Brindis, y sus orígenes

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Toda celebración que se precie lleva un brindis que la acompaña. Este gesto tan popular en cualquier lugar del mundo, tiene un origen mucho más antiguo del que pensamos, ya que hay historiadores que aseguran que ya en el siglo IV a.C se realizaba esta práctica,tratando de documentarme para escribir con rigor este artículo encontré tantas y tan variadas para situar el origen del brindis, que voy a recoger un par de ella ya que de non ser vero e bem trovato.


Una es la derivada de la mitología griega. Dionisio, dios del vino, invitó a los cinco sentidos a un banquete en el Olimpo. La vista gozó del color del vino, el olfato se extasió con su aroma, el tacto acarició con deleite su copa y el gusto disfrutó de la libación. El oido sufría porque no podía oir el vino. Para remediarlo Dionisio decretó que cuando alguien se reuniese a disfrutar del vino en común, se deberían chocar las copas para que el oido disfrutase de su tintineo.


En la antigua Roma, el Senado redactó un decreto por el que todos los romanos estaban obligados a beber vino a la salud de su emperador. ¿Qué pasaría si se decretara algo así por ley hoy en día?. Los bodegueros estarían  encantados...


Una cuestión previa ¿Como sujetar la copa?


La mayoría de las copas se deben sujetar por su tallo. El tallo es la parte larga y fina de la copa -podemos decir que es como el asa de una taza-. Una copa no se debe tomar ni por el pie (reservado para los expertos catadores) ni se debe tomar por la parte más ancha (cáliz). El cáliz es el "recipiente" que contiene el líquido -agua, vino, cava, champán, etc.- que vamos a beber. 


Copa de vino brindis


La imagen nos muestra dos maneras de sujetar una copa de vino, la de la izquierda sería la correcta


1.- Origen es romano

Los orígenes del brindis se remontan al siglo IV a.C en la antigua Roma. En esta época, el veneno en la copa era un método muy extendido para intentar eliminar a posibles rivales, por lo que el brindis era una prueba de confianza. Esto es así porque cuando los comensales chocaban sus copas, el líquido que había dentro se mezclaba, eliminando así cualquier riesgo de envenenamiento.


Hay una segunda teoría que afirma que el brindis surgió por el gesto de los comensales de los banquetes de levantar la copa para que los sirvientes se la rellenasen. Chocar las copas entre varios comensales mejoraba esta llamada de atención con el sonido que se producía.


2. ¿De dónde procede el término “brindis”?

El término etimológico de brindis, proviene del alemán "bring dir’s" y su significado sería “yo te lo ofrezco”. Esto quiere decir que otro posible origen de levantar la copa en las celebraciones fueron los antiguos rituales de ofrenda en los que el vino simbolizaba la sangre del animal que era ofrecido a los dioses a cambio de un deseo.


Con el tiempo, esta costumbre se ha ido modificando para que fueran “los vivos” los receptores de esos buenos deseos de salud por muchos años más.


3. El sonido del vino

Lo primero a tener en cuenta es: el sonido que produce el vino cuando cae en la copa. Se trata de un sonido diferente al de otras bebidas y cuya ausencia es, muestra de poca fluidez y, en definitiva, de poca calidad. 


Esto hace que se estimulen otros sentidos como son el de la vista y el del olfato.



4. Protocolo del brindis

En los grandes banquetes, los anfitriones brindaban siempre delante de sus invitados y bebían en primer lugar para ofrecerles la garantía de que el vino no estaba envenenado.


Según el protocolo del brindis, este se puede dividir en tres partes: el acto verbal, el acuerdo y el trago simbólico. En la parte del discurso, se explica el porqué del brindis y proponiendo un deseo que el resto de participantes acuerdan con sus copas en alto. El trago sirve para confirmar ese deseo común.


Las normas añaden, además, que los participantes deben levantarse para confirmar su acuerdo y mirarse a los ojos y cuando la copa se alza para brindar no debe sobrepasar la altura de los ojos, además las copas en el momento del brindis nunca deben tocarse entre sí, tan solo se inclinan levemente acercando ambas copas  por la boca. 


Si somos fanáticos del sonido, no hacerlo con demasiada fuerza. ¿Una copa rota? Sí, rompe todas las reglas de etiqueta. 


Las normas de protocolo intentan evitar también utilizar expresiones coloquiales como “chin-chin” o “salud”, pero lo cierto que nunca falta el entusiata que lo propone.


5.- Historias en los brindis


En los países caucásicos como Georgia, existe una costumbre heredada de antiguas tradiciones que consiste en contar una breve historia que aparentemente no tiene nada que ver con la celebración, pero que de manera inesperada pone al homenajeado como protagonista de la misma.


Sea como sea, con chin chin o sin él, comparte una botella con amigos y disfruta de todos los sentidos donde el tiempo, ese bien escaso, sea el unico impedimento para terminar la ceremonia. Un vino normal puede convertirse en excente bien maridado y en grata compañia.

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